En la presente edición realizó ocho tiros, tocó la pelota 52 veces y dio 34 pases. No fue tenido casi nunca en cuenta por Gallardo para jugar la Copa: estuvo siempre detrás de Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora pero cuando faltó alguno de ellos dos tampoco jugó.
Pero de pronto, Cavenaghi volvió a resurgir. Sus cuatro goles a Rafaela, el cabezazo goleador ante Colón y las lesiones de Rodrigo Mora y Tabaré Viudez, fueron los motivos para que el delantero esté en este partido transcendental.
Si Cavenaghi no convierte y River no gana, tal vez ahora o en diciembre se despida por tercera vez del club de sus amores. Por eso, será "el partido de su vida", como bien dijo Gallardo en conferencia de prensa. Cavenaghi tendrá la cita más relevante con su historia como goleador.
Sin lugar a dudas, el delantero de River se juega el partido de su vida. Tendrá la oportunidad de quedar como un símbolo del club para la eternidad, como los dos 9 que marcaron en los títulos de la Copa Libertadores: Juan Gilberto Funes y Hernán Crespo.