Sociedad El Ventilador

Adopción: restituir derecho de niñas, niños y adolescentes a crecer en familia

Saber que se puede brindar una nueva y mejor vida a una persona que nos está esperando, es un milagro vivo que solamente, depende de la voluntad y el deseo de conformar esa familia para ayudar a crecer.
"Creo, que con el paso de los años, pude notar, que el milagro vivo de adoptar, fue dejando de ser un tabú y se alejaron los prejuicios. Creo, que el tiempo, también se llevó esas horrorosas miradas que alguna vez observé caer sobre mi tía, cuando a mis diez años, me enteré que ella y mi tío, eran los padres adoptivos de mi primo.

Ese día, entendí que esos cachetes coloradísimos en su pálido rostro alegre, eran los de una de las mujeres más buenas, dulces, felices, y agradecidas que conocí. Ese día, también comprendí que, escondidos detrás de la voz seria de hombre de campo y bajo el ceño fruncido de mi tío, estaban los mismos ojos agradecidos que brillaban en ella.

La adopción es una alternativa cada vez más considerada por quienes no pueden tener hijos por diversos motivos, pero también por quienes apuestan a darles un hogar a niños que lo necesitan.

“Es imposible”, “tardan mucho”, “hay que tener mucho dinero” o, “sólo pueden adoptar parejas heterosexuales”; son algunas de las frases que suelen repetirse y que, por su falta de veracidad, es necesario desterrar.

Los testimonios felices de las familias que adoptaron, se contraponen al largo y difícil camino del proceso para hacer coincidir a los postulantes, con los niños y adolescentes.

Los especialistas consideran que tener una red de contención, es fundamental, para contar con la mayor cantidad de herramientas, para poder sostener, acompañar y crecer con los niños han sufrido y llevan su historia en una mochila.

La mayor y mejor preparación, facilita el proceso de entender que los niños son quienes tienen el derecho a tener una familia y no los adultos a tener un hijo.

En este sentido, es muy importante, el trabajo que realiza el Estado, con el registro de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos, el cual, busca sistematizar y formalizar esa voluntad adoptiva por parte de personas y familias en nuestro país.

Pese a los avances, en materia de adopción, la tendencia siempre se manifiesta en favor de los más pequeños: por ejemplo, en 2023, ya se observa la preferencia mayor por la adopción de niños de 1 a 8 años. Y comienza a bajar, estrepitosamente, de ahí en adelante, hasta llegar a la adolescencia. Del mismo modo, ocurre para niñez con discapacidad o enfermedades.

Sin embargo, una sorpresa interesante, es el progresivo aumento en la cantidad de pedidos de adopción para familias “uniparentales”.

Saber que se puede brindar una nueva y mejor vida a una persona que nos está esperando, es un milagro vivo que solamente, depende de la voluntad y el deseo de conformar esa familia para ayudar a crecer.

Una familia. Como la que tuvo mi primo, quien después, logró formar la suya. Y, como la que mis tíos, agradecieron siempre, por poder formar".

El tema fue debatido en El Ventilador, que se emite martes y jueves por Elonce.
Elizabeth Castellanos, en primera persona
Elizabeth Castellanos, de Red de Familias Entrerrianas Juntas por la Adopción, es maestra jardinera y psicopedagoga. Tiene cuatro hijos adoptivos hace seis años.

“Tengo dos varones y dos mujeres. Estoy casada con Iván hace 21 años. Al principio la idea era tener hijos, siempre fue nuestro deseo. Fuimos intentándolo de manera biológica y después, cuando vimos que esto no iba a ser posible, de a poco fuimos pensando en la posibilidad de adoptar. Cuando estuvimos decididos los dos nos inscribimos en el Registro. Pasó un tiempo, hubo un proceso de entrevistas con el equipo. Si bien siempre queríamos hermanos, pero de hasta tres años. De a poco todos los profesionales del registro te ayudan mucho para que vayas de a poquito abriendo el panorama, modificando el perfil, no obligando a nadie porque es un proceso que cada uno hace”, informó.

Comentó que “es un proceso largo, pero es necesario que sea así para ir madurándolo, procesándolo. Fuimos ampliando nuestro perfil. Cuando surgió la posibilidad nos presentaron a tres hermanos. El mayor tenía 8 años, otro cinco y otra un año. Después de dos años, adoptamos a la hermana mayor, que tenía 13 años”.

“Vivimos varios procesos de la adopción. Al tener distintas edades, la primera vinculación fue con los varones que tenían 8 y 5 años. A la más chiquita no la conocíamos ni en fotos, porque primero era necesaria la vinculación con los más grandes. Con ella seguramente iba a ser más sencillo. Fueron dos meses de vinculación bastante extensa. Luego pudimos conocer a la más pequeña”, relató.

Comentó que “nos inscribimos y año a año tenés que inscribirte nuevamente, pero es muy sencillo. Nos llevó cinco años y fuimos cambiando el perfil. Una vez que estuvimos aptos para poder adoptar, fue muy rápido, fue una cuestión de meses para adoptar”.

“La dinámica familiar se modificó. Después de 15 años de estar solos pasamos a ser cinco y después seis. Uno se va acomodando, te vas adaptando. Cuando uno tiene un bebé lleva el tiempo de crecimiento y demás, pero acá los traés a tu casa y ya el lunes tienen que ir a la escuela. Ellos se adaptaron muy rápido, a nosotros nos costó un poco más, pero ahora entramos en ritmo”, dijo.

“A quienes quieran adoptar les digo que se animen. Es un camino extenso, pero es necesario para estar bien seguros, hay que estar fuertes y seguros para recibir a esos niños o adolescentes que vienen con una situación triste y uno tiene que tener toda la paciencia y amor del mundo para poder recibirlos y darle una vida hermosa con lo que tiene. Se puede. Nosotros en la Red de Familias nos reunimos, charlamos, acompañamos, nos damos fuerza”, agregó.

Indicó que “me costó bastante hacer el duelo de la maternidad biológica. El equipo técnico del Registro ayudó mucho, junto a psicólogos, a madurar eso. Una vez que pudimos superar y estar seguros pudimos avanzar en este camino. El tiempo de espera fortaleció mucho al matrimonio, nos dio seguridad, apoyo, conocernos más, poder esperarnos. Uno pasa por situaciones duras, tristes, dolorosas y esto te fortalece”.
Spais: “53 niños y 23 adolescentes están en búsquedas de familias”
En tanto, María Silvana Spais, integrante del Ruaer (Registro Único de Adoptantes de la Provincia de Entre Ríos), manifestó: “En el mes de noviembre transitamos la cuarta y última convocatoria del año para recibir solicitudes de inscripción de personas entrerrianas que deseen formar parte del registro. Sacamos una estadística que nos da 53 niños en la franja etaria de 0 a 12 años y 23 adolescentes para los que están en proceso de búsqueda de familias”.

“El registro de adoptantes tiene la responsabilidad de tener el registro de niños, niñas y adolescentes declarados en situación de adoptabilidad. Nos parece importante remarcar que la mayoría de ellos tiene más de 8 años de edad o se encuentran dentro de un grupo de hermanos, donde tenemos situaciones de hasta cinco integrantes de un grupo fraterno, en los cuales estamos en la búsqueda de una familia”, agregó.

Con respecto a las personas que quieren adoptar, indicó: “En el registro de adoptantes de la provincia de Entre Ríos, tenemos 260 legajos en trámites donde más del 85% de esos casos tienen una disponibilidad adoptiva para niños de hasta 3 años de edad”.

“No se da solamente en la provincia de Entre Ríos, sino que, a nivel nacional, las estadísticas son más abismales porque más del 90% de inscriptos que hay en toda la red federal, es decir, en todo el país, cada provincia o Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) tiene su propio registro al igual que el Ruaer en Entre Ríos. Todos estamos adheridos a una red federal que concentra la información de todos los registros del país. En Argentina, más del 90% de los legajos inscriptos tienen el perfil para niños hasta un año de edad”, añadió.

Asimismo, se refirió a los trámites para adoptar: “Hay una concepción que escuchamos permanentemente sobre lo burocrático del trámite y no es así. Los trámites administrativos para poder adoptar son muy sencillos, lo que lleva mayor tiempo, porque tiene una lógica de la responsabilidad que se va a asumir, es ser padre o madre de niños que ya sufrieron vulneración de derechos, por lo que el Estado tiene una responsabilidad muy importante en ese sentido”.

“La elaboración y el trabajo del registro, no apunta a determinar si una persona puede ser madre o padre, sino a si lo puede hacer por adopción, que tiene su singularidad en el sentido que es necesario poder alojar un niño, niña, adolescente o grupo de hermanos, que ya tienen familia y que no van a ser el bebe que uno tal vez soñó”, acotó.

“La mayoría de las familias llegan con esa condición de no haber podido tener un hijo bilógico. Ese proceso es necesario poder duelarlo de alguna manera y pensar en la adopción poniendo como eje a los niños que tienen un derecho a vivir en familia”, aseguró.
En cuanto a los requisitos para adoptar, expresó: “Para inscribirse en el registro es necesario ser residente en la provincia de Entre Ríos, poder acreditar una residencia mínima de dos años, en caso de ser casados, presentar el acta de matrimonio, los ingresos del grupo familiar, certificados de reisidencia penal y, si tienen hijos, acta de nacimiento o libreta de familia”.

“Es importante remarcar que no es necesario tener casa propia o trabajo registrado. Luego de la instancia administrativa, viene la intervención de los equipos técnicos donde esa intervención es psicosocial y determina si los recursos son suficientes para integrar a una nueva persona a ese grupo familiar, así como brindarle los cuidados que requiere”, sostuvo.

“Puede inscribirse cualquier persona, ya sea sola o en pareja, de igual o distinto sexo. Cualquier tipo de configuración social, tenga o no hijos biológicos, puede anotarse en el registro”, afirmó.

Por otra parte, se refirió a las familias de abrigo o acogimiento: “Se ofrecen como familias que cuidan de manera transitoria cuando son separados de sus familias de orígenes. En vez de ingresar a un lugar de residencia u hogares, ingresan a un dispositivo familiar porque un cuidado familiar brinda cuestiones mucho más positivas que una institución”.

“Lo que pasa es que este cuidado transitorio, cuando las medidas se extienden por mucho tiempo, se genera un apego que después es difícil revertir. En Entre Ríos, este dispositivo solamente se implementa para situaciones de niños de hasta dos años de edad y por un periodo no superior a los seis meses”, reconoció.

Por último, dijo que “el respeto por el derecho a la identidad y la historia de esos niños, niñas y adolescentes tiene una trascendencia fundamental. Siempre cuando nos encontramos con un proceso adoptivo, tenemos un niño que sufrió una vulneración de derechos, pero eso no quita que haya personas de su familia de origen que, por no quedar al cuidado de los niños, tuvieron un lazo afectivo importante”.

“Insistimos mucho con los postulantes en el sentido de que, entender a la adopción es sumar vínculos, no pensar en un corte total, abrupto y empezar una historia nueva. Además, es un requisito indispensable para poder comenzar un proceso de vinculación y tiene que ver con los recursos que tenga la familia que se propone para esa situación”, agregó.

“Con los adolescentes que transitan en un ámbito institucional, el organismo que está a cargo del cuidado va trabajando diversos proyectos de autonomización. En realidad, tenemos 23 adolescentes para los cuales estamos en procesos de búsqueda activa, pero con declaración de adoptabilidad son muchos más. Lo que pasa es que, a pesar de tener esta situación jurídica, no aceptan un proyecto adoptivo para su vida a futuro, entonces trabajamos con distintas redes comunitarias o programas que atienden un egreso asistido con un proyecto de vida a futuro”, finalizó.

NOTICIAS DESTACADAS