
Posteriormente, con la reforma de la Carta Magna de 1994, Argentina incorporó nuevos derechos y garantías basados en los tratados internacionales relacionados al tema.
Sin embargo, aún en la actualidad, las personas mayores cargan con el estigma de la improductividad, la infantilización y desatención, porque desde hace mucho tiempo, la vejez suele relacionarse con pérdida de capacidades.
Bueno sería que se empezara a comprender que, la actitud hacia los ancianos que tiene la comunidad, manifiesta el nivel de moralidad colectiva. Cómo tratamos a nuestros viejos y los ayudamos a trascender en sus condiciones y actividades, muestra el tipo de sociedad que somos.
Un inicio para darle mayor valor a nuestros adultos mayores, podría ser comenzar a valorar que, en los ancianos y longevos, está la sabiduría y comprensión; pero no por la mera edad, sino porque se crea como resultado de acumular conocimiento y experiencia, comprendiendo el mundo y su desarrollo.
Actualmente, se ofrecen muchas actividades y alternativas para los adultos mayores, que favorecen la calidad de vida, la salud y la dignidad de la llamada tercera edad.
Hoy en día, la ancianidad se convirtió en una nueva vitalidad, que cobra sentido con la creación paulatina de nuevos espacios y posibilidades.
A pesar de los avances, de las propuestas y las visiones inclusivas, los adultos mayores, deben enfrentar cada día, una suma de viejísimos problemas.
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“Las comunidades se encargaban de los niños cuando los padres no estaban y eso era el aprender de los abuelos, a través de los mensajes que transmitían. Además, nos dejaron una semilla de ancestralidad que siempre rememoramos, donde tal vez pasamos por encima a los padres en el sentido del crecimiento, pero debido al contacto más fuerte que había dentro de las familias”, agregó.
Con respecto al maltrato, dijo que “la mayoría de las veces, las abuelas eran violadas, invisibilizadas, escondidas y guardadas, donde hay mucho dolor respecto a eso porque no se sanaron las transmisiones de generación en generación. Mucho de eso sucede hoy en día en las jóvenes o madres, que guardan silencios, que provocan enfermedades psicosomáticas, psiquiátricas y que no son tratadas de base como tal”.
“Fue una tortura que comenzaron a pasar nuestros ancestros tras la llegada del europeo con esa invasión tan abrupta que se originó provocando la quita de las criaturas a las madres, quienes fueron perseguidas para ser violadas. Después, el resguardo, el ocultarse, los silencios, las negaciones, aunque el sufrimiento iba por dentro”, sostuvo.

“También logramos, a través de la reforma de la Constitución de Entre Ríos en 2008, ser reconocidos en el artículo 33 como pueblo preexistente. La presencia de nuestros ancestros está marcada con nombres propios en toda la provincia”, añadió.
“Comenzamos con las encuestas complementarias de los pueblos, después participe en el censo de 2010 y también en el que se hizo durante la pandemia, pero es un reconocimiento que tenemos sobre las personas. Me tocó recorrer toda la Mesopotamia en 1992 para saber a qué pueblos correspondía el guaraní, de los cuales descendemos”, contó.
“Desde aquellas épocas que comencé con esta tarea, hice un montón de proyectos donde presenté demasiadas cosas y algunos fueron cajoneados. También, interactúe en muchos congresos nacionales e internacionales, pero nunca fui convocada, a pesar de que dictamos cursos de idioma guaraní desde la Facultad de Trabajo Social en aquel tiempo”, remarcó.
“Antiguamente, la abuela era sabia y el que regía las ordenes de visualización hacia el crecimiento, por lo general era un varón. La común unidad hacía de que siempre se consulte dentro de la comunidad, el respeto en cada uno de los estatus o niveles. El crecimiento era en total armonía. Cuando llegó el europeo, comenzaron las persecuciones en las mujeres, las violaciones y demás, que tomaron otro tipo de rol también. La mujer se hacía cargo de sus hijos a pesar de que tenía que trabajar, recolectar sus alimentos, enseñarles a los niños cual era la actividad que tenía que hacer cada uno”, concluyó.

La opinión de los panelistas
Analía Varela, opinó: “Llegamos mejor debido al avance de la ciencia, el cambio en los niveles de confort, el tipo de trabajo. Uno cuando se jubila todavía se siente en condiciones de seguir".Corina Beisel, destacó: “La expectativa de vida se ha estirado y cambiado porque todo se modificó. En la actualidad, hay una adolescencia estirada o alargada, donde hay modificaciones que se dieron culturalmente y progresivamente”.
Alejandro Abero, señaló: “Se va corriendo todo de eje. En la actualidad, ostentamos un estado de salud mejor".
Raúl Balbi, contó: “Se corrió la posibilidad de vida, ya que se fue ampliando, donde antes nuestros ancestros tenían una posibilidad de franja hectárea mucho menor. En la actualidad, las posibilidades se elongaron y, por tal motivo, crecieron nuevas actividades por el tema social".
Javier Aragón, sostuvo: “Hay un concepto que se destacó que es la gerontología. Uno de los impulsores en Entre Ríos y Paraná, fue la doctora Ana Soler en 1990, quien fue una de las pioneras en impulsar lo que existe en la sociedad, que son los derechos para los adultos de la Tercera Edad".
Beto Magliocchini, comentó: “En lo personal, me preocupa el después de jubilarme".
María Laura Álvarez, indicó: “El tema económico es muy importante a la hora de permitirte hacer ciertas actividades o que se puedan cuidar, donde existen adultos mayores que no pueden comprarse ni la medicación".
Antonia Rodríguez, remarcó: “Hay mucha actividad pública, donde el PAMI a algunos remedios y a ciertas personas se lo dan de manera gratuita. Sin embargo, hay varios adultos mayores en la actualidad que tienen que trabajar a pesar de cobrar la mínima".