"Me gusta ser anfitrión en mi pueblo, mostrar mis fotografías a través de este lugar", expresó Raota y comentó sobre su infancia en Villaguay y cómo el servicio militar en Concordia lo llevó de regreso a su ciudad natal. Fue entonces cuando comenzó a viajar por los campos para retratar a las familias y los niños de la zona. El fotógrafo resaltó la importancia de capturar la sensibilidad de la vida cotidiana, los gestos y las expresiones. “Uno ve la vida a través de las miradas, los ojos y las arrugas”, afirmó.
Además de retratar el factor humano, Raota revelo su fascinación por recorrer las rutas y explorar las estaciones de servicio abandonadas.
Para finalizar, y en relación a su padre, Pedro Luis Raota, reconocido también fotógrafo, José Luis, dijo: “Mi padre armaba más la fotografía, yo en cambio, trato de que sea más espontanea. Pero mi padre era un gran creador porque en ese momento no existía el Photoshop y él se lo imaginaba todo, era un gran director de cine”.