
“Quiero agradecer a cada persona que me acompañó en mi largo camino para que yo pueda cumplir mi promesa. No me alcanzan las palabras para describir tanto afecto, aliento y buena onda, dándome un apoyo incondicional”, expresó a Nueva Zona. Y agregó: “Fue muy largo el camino, pero durante todo mi trayecto hubo mucha gente que me veía pasar y desinteresadamente se acercaba con agua, comida o sólo para alentarme con su saludo. Y eso, sin dudas, me daba mucha fuerza para seguir”.
“Agradezco infinitamente a cada uno por todo el cariño expresado en cada mensaje. A los camioneros que paraban y también me daban agua. Y, obviamente, agradezco desde lo profundo de mi corazón a Dios y a la Virgen de Luján que fueron mis guías porque ellos no me dejaron decaer”, fueron las sencillas, humanas, emotivas palabras de Cafú, nacidas bien desde el alma.

Carballo partió este lunes por la mañana desde su casa en barrio Centenario y arribó a la Basílica el domingo a la noche. “Fueron 410 kilómetros de a pie, caminé por varios pueblitos y paraba donde me agarraba la noche; hacía unos 50 o 60 kilómetros por día y, a veces, también seguía de noche porque quería llegar”, reveló a elonce. “La Virgen siempre me ayudó”, aseguró. (Elonce)