Sociedad Tienen entre 14 y 8 años

"O todos o ninguno": la respuesta de cuatro hermanitos que esperan ser adoptados

La respuesta cuando les preguntaron si quisieran ser adoptados por separado fue contundente: “Los cuatro o ninguno”. Tienen entre 14 y 8 años y lanzaron una convocatoria a nivel nacional para encontrarles una familia que los reciba.
Milagros (14), Gina (12), Ignacio (9) y Nicolás (8) esperan desde hace casi dos años encontrar una familia por medio de la adopción; aún no se encontraron candidatos para ahijarlos juntos y, como no quieren separarse, se lanzó una convocatoria pública abierta a nivel nacional.

Durante una comida, en la mesa que comparten varias chicas y chicos, todos los días, en un hogar de niños de la ciudad de Buenos Aires, con cuidadoras de la institución y Eugenia, su directora, alguien les preguntó a los hermanos si ellos estarían dispuestos a ser adoptados por distintas familias. Ignacio respondió enseguida: Los cuatro o ninguno, contó Eugenia y afirmó: “Eso lo tienen muy, muy claro”.

La directora agrega que los cuatro “son superdistintos y eso habla bien de ellos porque cada uno tiene su propia subjetividad, pero comparten el ser muy resilientes de su propia historia. Ellos quieren estar juntos: son una familia en sí misma”.

En los primeros meses de 2019, tras atravesar distintas vulneraciones de sus derechos, los hermanos fueron apartados de su familia de origen y trasladados a dos hogares diferentes: las niñas por un lado y los varones por otro. Durante un tiempo estuvieron separados hasta que finalmente se reencontraron en la institución donde están ahora. En abril del año pasado se les declaró su situación de adoptabilidad y desde entonces esperan una familia.

Tras varios intentos de encontrar personas o parejas dispuestas a ahijar a los cuatro juntos dentro de la Red de Registros de Postulantes a Guarda Adoptiva de todo el país, el juez Cristóbal Llorente, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº83 de CABA, lanzó una convocatoria pública abierta a toda la comunidad.

“Primero se empezó con la búsqueda de legajos dentro del registro de CABA y, como ninguno daba con el perfil de los hermanitos, se hizo otra, exhaustiva, en el resto del país, pero tampoco tuvimos suerte. Por eso, se recurrió a la convocatoria pública, que ya se difundió varias veces”, explica Patricia, la trabajadora social del juzgado. Como hasta el momento la difusión no había llegado a un medio nacional, se entusiasma con la posibilidad de que, en algún punto del país, la familia que estas niñas y niños están esperando lea esta nota en LA NACION y recurra al llamado. “Los chicos manifestaron que querían una familia nueva y estar juntos. Se quieren un montón”, señala Patricia.
“Son unos personajes”
“Estos hermanitos son lo mejor de la Tierra. ¿Qué te puedo decir? Podría hablar seis horas de ellos”, dice Eugenia, la directora del hogar. Cuenta que sus historias, al igual que las de todas las niñas, niños y adolescentes que viven en hogares, tuvieron “episodios de mucho nivel de desamparo”. En ese contexto, el vínculo entre ellos se fue volviendo cada vez más sólido, aunque, por supuesto, “también se pelean como cualquier grupo de hermanos”.

Con respecto a las características de sus personalidades, Eugenia cuenta que Milagros, la mayor, es “muy responsable, exigente y orgullosa”. Tiene excelentes notas en el colegio (le gustan las ciencias exactas) y es “muy seria”. “Hasta lo más gracioso te lo cuenta sin reírse y vos te decostillás. Es divina”, detalla. La adolescente está en segundo año del secundario y le gusta el deporte: probó fútbol, pero no se enganchó. En cambio, disfruta de hacer natación en un club. “Está muy metida con la escuela, tiene amigas y a veces va a sus casas”, dice Eugenia.

La directora recuerda cómo, ni bien ingresaron al hogar, Mili era muy protectora de sus hermanitos, pero poco a poco empezó a “correrse sanamente de ese lugar cuando vio que había adultos que podían cuidarlos”.

A Gina, en cambio, la describe como “un desparpajo”, la antítesis de Milagros. “Es extrovertida, divertida, verborrágica, híper sociable: no le importa nada más que hacer vínculos. Siempre tiene algo para decir: se va a dormir y la escuchás que sigue hablando con la almohada. Le gusta mucho llamar la atención y hacer el ridículo. Tiene un pijama de plush entero, que es un unicornio y se lo pone a la tarde para andar por el hogar”, cuenta Eugenia. La niña está en primer año de secundaria y al igual que su hermana va a scouts. Además, le gusta leer cuentos fantásticos.

Sobre Ignacio, Eugenia cuenta que va a tercer grado y que es “inteligente y chamullero”. Y detalla: “A veces nos quedamos mirándonos y diciendo: ‘Ganó’, sin darnos cuenta de cómo pasó eso. Te da vuelta como una media todos los discursos”. El chico tiene certificado de discapacidad y la directora del hogar detalla que, cuando era más pequeño, tuvo una meningitis que afectó la alteración de su marcha del lado derecho y la movilidad de esa mano. Por eso, necesita continuar con sus tratamientos de terapia ocupacional y psicomotricidad, entre otros. “Tiene una personalidad muy especial y como su mano derecha no es funcional, se vale de la izquierda para hacer todo”, dice Eugenia.

Nicolás, por su parte, es “dulce, noble, leal, generoso”. La directora del hogar también señala que le gusta que los adultos sean claros y directos: “Sino, te mira con sus ojos gigantes como diciendo: ‘Hablame en castellano’. Es muy amoroso y muy amado”.

Los hermanitos esperan encontrar una familia, pero también creen que, el que esa posibilidad se concrete, “es difícil” para ellos. Milagros, por ejemplo, suele decir: “No hay una familia que quiera una chica de mi edad”. Sin embargo, la esperanza está. “Son cuatro hermanos muy permeables, receptivos y con gran facilidad para anclar desde lo afectivo”, concluye Eugenia.
Cómo postularse a la convocatoria
Las convocatorias públicas surgieron como el último recurso para darle respuesta a las infancias y adolescencias que desde hace más tiempo esperan una familia. Cuando las juezas y los jueces agotan todas las instancias de búsqueda dentro de la red de registros de postulantes a guarda adoptiva, se recurre a estos llamados a toda la comunidad.

¿Cómo funcionan? Los interesados deben comunicarse con los registros o juzgados para solicitar más información y postularse, luego de lo cual atraviesan un proceso de selección, con entrevistas y evaluaciones. Los especialistas recuerdan que postularse a una convocatoria no es “un acto de solidaridad” ni algo que deba realizarse forma impulsiva ante lo conmovedor que pueden resultar estas historias, sino que implica el deseo profundo de iniciar junta a esas niñas y niños la construcción de un vínculo familiar por medio de la adopción, con los desafíos que eso implica.

Para postularse a la convocatoria de los cuatro hermanitos, escribir a convocatoriaspublicas@buenosaires.gob.ar . El número de referencia de la convocatoria es: 0107. Los nombres de las niñas y niños fueron cambiados para preservar su identidad. (La Nación)
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