
El especialista en veterinaria, Elio Ermitano, que participó en el parto del ternero, expresó: “Se trata de una teratología, no hay consanguinidad como causal de esta malformación”, señaló, tras asegurar que el caso no se debió a un cruzamiento indebido. A raíz de las dificultades del caso, el animal no pudo superar los primeros minutos de vida y murió.
Además, a pesar de ello, la vaquillona no pudo resistir el postparto y, por las heridas internas que le causó la salida del ternero por el canal, murió a los dos días. “El estudio de los defectos congénitos y su etiología se denomina teratología”, señaló Ermitano.

“Los animales bicéfalos o tricéfalos son, en conjunto, el único tipo de criaturas con múltiples cabezas vistas en el mundo real y son formados por el mismo proceso que los gemelos siameses”, sostuvo el médico veterinario y explicó también que esto incluye a “todos ellos”, que “son el resultado de la unión secundaria de dos discos embrionarios monocigóticos originalmente separados”, confirmó.
Como se puede observar en las imágenes, el ternero nació con dos cabezas perfectamente separadas, pero existen también casos en los que se forman con una condición denominada policefalia, éste último corresponde a cuando el animal presenta dos cráneos fusionados, y cuenta con “dos pares de ojos, dos bocas y un par de orejas”.