Desde chiquito Nico se volcó al ciclismo siguiendo los pasos de su padre y abuelo. Con mucha constancia, entrenamiento, sacrificio, sumados a sus condiciones naturales, creció de manera exponencial y pronto se convirtió en el más destacado de su categoría.
Ese crecimiento continuó sin pausa y los triunfos y reconocimientos no tardaron en llegar. Tal fue el nivel que demostró, que se ganó un lugar la Selección Nacional y proyectaba una carrera brillante a nivel mundial.
El peor momento
Sin embargo, en cuestiones de segundos todo se vino abajo. Fue un fatídico domingo 6 de noviembre de 2016. Aquel día Nico estaba compitiendo en la Vuelta de La Pampa como integrante del representativo nacional, cuándo sufrió una violenta caída golpeando su cabeza con el asfalto. Este golpe le produjo severas lesiones cerebrales que llegaron a poner en riesgo su vida.El panorama era muy complicado pero su fortaleza volvió a aparecer y logró superar ese primer momento de angustia. Estuvo tres meses internado y luego debió realizar mucho tiempo de rehabilitación ya que había perdido parte de la movilidad de su cuerpo. Tuvo que dejar de lado sus sueños de una carrera como ciclista, pero sabía que su vida era el deporte.