Sociedad "Todo se transforma"

Joven ingeniero agrónomo hace mochilas con las bolsas de arpillera de descarte

Santiago, de 29 años, vio la oportunidad de realizar algo útil con un producto que era descartado. Son mochilas, bolsos y neceser hechos con las bolsas de arpillera plástica en la que las cervecerías almacenan la malta.
Santiago Harriague, ingeniero agrónomo fundador de Kaiapuni.
Foto: Santiago Harriague, ingeniero agrónomo fundador de Kaiapuni.
Crédito: (La Nación)
Santiago Harriague, de 29 años, ingeniero agrónomo, veía cómo todos los días las bolsas de arpillera plásticas de semillas que llegaban al campo en el que trabajaba en Vedia, provincia de Buenos Aires, se abrían, su contenido se volcaba en un carro y luego se tiraban. “Eran cientos que todas las semanas terminaban en la basura. Un día dije basta, no puede ser, algo tengo que poder hacer”, cuenta.

De casualidad, al tiempo lo contactaron de una cervecería para ofrecerle las bolsas de arpillera que se usaban para almacenar malta. “Me llamaron porque yo había tenido un emprendimiento de bolsos materos y ahí conecté lo que me pasaba en el campo con Bear House (cervecería) y se me ocurrió hacer bolsos”, detalla.
Bolsas de arpillera que usan para hacer las mochilas.

Así, mientras trabajaba en el campo, empezó a diseñar las primeras Kaiapuni, que son mochilas, bolsos y neceser hechos con las bolsas de arpillera plástica en la que las cervecerías almacenan la malta. “A esas bolsas, que en realidad se tiraban, nosotros las recolectamos por las cervecerías, las higienizamos y luego las cocemos para hacer las mochilas”, explica.

Asimismo, detalla que en el interior tienen bolsa de polipropileno. “Es para reutilizar más el material, las retiramos por una juguetería que antes las tiraba y ahora nos las da a nosotros. Además, las hace un poco más resistentes e impermeables”, señala.
La primera muestra fue el 14 de octubre de 2020. Primero hizo mochilas que “quedaron muy cancheras”.
Mochila hecha a base de bolsa de arpillera

Cada quince días retira aproximadamente 200 bolsas de las tres cervecerías con las que trabajan Abracadabra, Bierhaus Brewing Co y Jabalina Brewing Company. “Las usamos a todas, no se tira ni un pedacito”, detalla.
Quienes trasforman las bolsas de arpillera en las Kaiapuni son Eli, Gladys y Tamara, tres costureras de Lanús que conoció gracias a una fundación.

Luego se incorporó Valentín Digiacomo, estudiante de agronomía y el hermano de uno de sus mejores amigos, quien se unió como socio cuando Santiago viajó a Estados Unidos. “Necesitaba plata para poder empezar a producir en cantidad y me fui a trabajar afuera durante seis meses. Lo que cobraba lo pasaba a pesos y lo mandaba para que fabriquen más mochilas”, indica. Eli, Gladys y Tamara fabricaban en Lanús y después entregaban a Valentín.
Valentin Digiacomo, estudiante de agronomía y socio de Santiago

“Recién estamos empezando, pero es impresionante la diferencia que hay entre verlo en persona al producto o a través de las redes sociales. La semana pasada fui a un evento, llevé mi bolso. Cuando lo vieron y lo tocaron me compraron diez”, comenta.
Su idea es incorporar nuevos productos. “Primero queremos posicionarnos y tener suficientes productos porque no damos abasto, estamos produciendo sin parar”, dice.

“Hoy estamos buscando producir diez veces más de lo que producimos, no obstante, no encontramos talleres. Estamos convencidos que, en algún momento, se va a posicionar el producto y en ese momento vamos a necesitar producir más. Además, cuanto más trabajo damos, más trabajo generamos, más reutilizamos y menos basura se genera. Sé que es un granito de arena en la playa, sin embargo, es algo”, concluye. Fuente: (LaNación)
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