Según contó Elsa, la información de la identificación de los restos les fue comunicada este mediodía a través de una videoconferencia, a poco más de 39 años del conflicto bélico.
"Tenemos una mezcla de emociones. Lloramos, nos desahogamos. Es una noticia linda, a pesar de todo. El dolor va a estar siempre pero por lo menos sabemos dónde está", contó aún emocionada Elsa en diálogo con esta agencia.
La viuda del gendarme identificado destacó el "respeto y el cariño" con el que las autoridades de Cancillería y del CICR trataron a los familiares durante todo el proceso.
"Nos gustaría poder ir una vez más a las islas para ver la tumba con su nombre", añadió Marcos, de 43 años, oficial de la Policía de Entre Ríos, que tenia apenas 4 años cuando su padre se fue a la guerra.
En 1982, Carlos Pereyra tenía 25 años y se convirtió en uno de los 42 efectivos de Gendarmería que fueron convocados a la guerra de Malvinas. Para entonces, luego de haber estado destinado en Corrientes y Córdoba, se encontraba en el escuadrón 36 de Esquel, Chubut, viviendo en esa ciudad junto a su esposa Elsa y sus hijos Verónica, de 5 años, y Marcos, de 4.
Cuando se fue a la guerra, en el vientre de Elsa ya llevaba dos meses de gestación Carlos, quien nació en diciembre de 1982 sin conocer a su papá. Justamente fue él quien aportó su muestra de sangre al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para que ahora los restos de su padre puedan ser identificados y su familia pueda concluir el duelo en paz.
Además de Pereyra, fueron identificados los restos del subalférez Guillermo Nasif, del cabo primero Marciano Verón, y el gendarme Juan Carlos Treppo.
Télam.