La semana pasada, las represas binacionales Itaipú y Yacyretá coordinaron el aumento del caudal del río Paraná, como "medida es excepcional" que se extendió hasta el 31 de mayo". Fue para incrementar el caudal del río Paraná con el objetivo de garantizar la navegación mediante la esclusa que atraviesa la central ubicada en Corrientes. Esto generó que aguas abajo se elevara la altura del Paraná. Aunque en el tramo superior ya empezó a descender, por estos días en la capital entrerriana y zona se nota el efecto de esta operatoria, denominada "ventana de agua".
Volverá a bajar muy rápido
Desde instituto Nacional del Agua (INA) indicaron a Elonce que las "conversaciones formales con los países vecinos se han mantenido, concentrando la atención en el caudal en el río Paraná y especialmente en los niveles frente a las tomas de agua urbanas".
No obstante, precisaron que terminada la "operatoria de regulación de los caudales del río Paraná" antes mencionada, "se está registrando un rápido retorno a los valores previos de caudal, muy inferiores a los valores normales y pudiendo aproximarse a los mínimos históricos."
Y adelantaron que "la tendencia climática regional, con horizonte en el 31 31 de agosto presenta una perspectiva desfavorable, con baja probabilidad de una recuperación franca en los próximos meses".
Por ello, se prevé que en Paraná el río podría llegar a 1,35 metro en jornadas venideras, pero hacia mediados de junio podría rondar nuevamente los 50 centímetros. Elonce.com