“Cuando nadie podía salir a trabajar nosotros estuvimos en la primera línea por la importancia de nuestra actividad en la pandemia. Llevamos los medicamentos a las casas, la comida a la gente que está en grupo de riesgos, nunca paramos de trabajar”, señaló en Radio 2, Nicolás Martínez, uno de los referentes del sector.
Según aseguran, en total son 10 mil los repartidores que trabajan día a día en la ciudad y con la llegada de la segunda ola se empezaron a resentir los servicios por el aumento de contagios. “Hemos elevado un petitorio al Ministerio de Salud de la provincia, también al municipio y a Nación. Nos dieron un expediente y quedó ahí, no tenemos respuestas de autoridades ni de ningún ente del Estado”, lamentó.
“A pesar de esto, de ser esenciales desde la primera hora, a la hora de tenernos en cuenta en la vacunación no lo somos”, sostuvo el repartidor.