"En villa la Angostura somos un hospital catalogado como rural. Hoy estamos atendiendo tres pacientes o.? mejor dicho, vecinos de nuestra localidad en asistencia respiratoria. Trabajamos sin descanso, sin horarios, atajando emergencias, damos de alta un paciente y entran 3 nuevos. Intubamos, estabilizados, y sale en ambulancia una derivación a alguna terapia cercana y a los minutos entra otro paciente igual y seguimos corriendo", afirmó Fernández.
En ese marco, la profesional relató el dolor que atraviesa cada vez que tiene que atravesar por una situación traumática, como lo es intubar a un paciente. "Ya no me banco más la despedida telefónica antes de intubar al paciente, escuchar las últimas palabras del paciente con sus familiares pensando si serán las ultimas. Cada día son más jóvenes los pacientes, y empezaron a aparecer los niños? hoy hay una crisis sanitaria que parece poco importarles a nuestros gobernantes. No nos respetaron ni cuidaron al personal de salud, tampoco lo hacen con la gente".
"Estamos agotados, tristes, nos duele cada paciente, ponemos todo y más para salir adelante? No soy terapista, hoy estamos tratando pacientes de alta complejidad? ¿qué tiene que pasar para darse cuenta el vecino que no usa barbijo ni respeta el distanciamiento, se junta a los asados? No quisiera verlo en alguna cama del hospital", indicó la joven hastiada y con una mezcla de indignación y bronca por una en la que muchas veces se superada.
"Estas fotos son reales. Son de una habitación de sala de aislamiento respiratorio. Así trabajamos hoy en nuestro hospital de baja complejidad, con pacientes en asistencia respiratoria, realizando cambio de decúbito, en pronación #saladeasilamientorespirtorio en LUCHA#", cerró la mujer.
La Capital.