Sociedad Tiene un año

La nueva vida de Oliver, el bebé que sobrevivió a la tragedia

Hace unos días su tía recibió la guarda permanente y prodrán regresar a Venezuela. “Le estamos dando todo el amor que merece. Es un bebé que va a seguir adelante y nos da la fuerza a nosotros", dijo la mujer.
Hace unos días la familia materna de Oliver Toro Chacón, el bebé que sobrevivió a un choque en la ruta 9 en el que murieron sus papás y su abuela, todos de Venezuela, llegó al país para encontrarse con el nene.

Su tía, gemela idéntica de su mamá, acaba de recibir la guarda permanente. “Cuando hacíamos las videollamadas reconocía mi voz porque es idéntica a la de su mamá”, contó a TN.com.ar Milányela Chacón Sánchez. “Le estamos dando todo el amor que merece”, agregó. Todo para construir una nueva vida en familia tras la tragedia.

El 8 de marzo Raúl Eduardo Toro, su pareja Mileidy Mariana Chacón Sánchez y Cecilia Sánchez, abuela de Oliver, resultaron víctimas fatales de un choque en el que el único sobreviviente fue el bebé, que tenía 11 meses entonces. El pequeño que había sido protegido por el cuerpo de su abuela en el momento del choque sufrió una fractura de fémur, permaneció unos días internado en el hospital Virgen del Carmen, de Zárate, y su historia conmovió a tanto la Argentina como a Venezuela.
Después de muchas videollamadas, gestiones administrativas en dos cancillerías y un viaje de más de 5000 kilómetros llegó el ansiado encuentro entre Oliver y su familia. El jueves último le otorgaron a su tía la guarda permanente del pequeño, que cumplió un año hace solo 20 días.

“Desde que llegué estuve feliz brindándole el amor que merece. Él es lo más preciado, no sabíamos cuándo iba a llegar este momento”, relató la joven. “Siempre mantuvimos la comunicación por video y por supuesto teníamos muchas fotos. Es un amor, le gusta que le canten, que le hagan upa, caminar por el verde, estar en contacto con la naturaleza”, contó sobre sus primeros días con el bebé.

Según señaló Milányela, la relación se fortalece con el paso de las horas y el nene de a poco se habitúa a las nuevas rutinas. “Hemos logrado un cambio de a poco, que coma mas temprano, que duerma la siesta y se acueste temprano también por la noche. Mi hijo de un año en Venezuela se duerme a más tardar 21:30, pero Oliver a la medianoche todavía estaba despierto”, contó con ternura. “Además tomaba la leche en cuchara, desde que tenía unos 7 u 8 meses. No quería agarrar la mamadera, entonces mi hermana le empezó a dar así. Y ahora logramos que agarre la mamadera, nos emocionamos un montón”, contó.

Así es la nueva vida de Oliver junto a su tía que tiene previsto volver en los primeros días de mayo a Venezuela. Allí se dará el encuentro de Oliver con su primito, de su misma edad. Ahora crecerán juntos como hermanos.
Milányela llegó a la Argentina junto con su hermano Miguel y su papá Ángel y se mantuvieron en contacto de forma constante con Sofía Centurión, una amiga de la pareja que se hizo cargo de Oliver en este tiempo. “Reconocía mi voz porque es idéntica a la de su mamá. Es difícil cuando lo ves, con todo lo que pasó, pero él va a tener la fuerza para seguir adelante y nos da fuerza a nosotros”, reflexionó Milányela.

Ahora, a pocos días de regresar a San Antonio de los Altos, ciudad en la que viven en Venezuela, la familia se mostró agradecida con ambos países por la celeridad en las gestiones que agilizaron los trámites administrativos en medio del dolor y la tragedia. “Cada uno desde su lugar hizo algo importante en todo este recorrido. Respetamos la semana de cuarentena al llegar y enseguida nos dieron a Oliver. Todo fluyó muy bien gracias a Dios”, señaló Miguel. “Teníamos una enorme ansiedad de verlo, si bien teníamos contacto a diario queríamos cargarlo, verlo, abrazarlo”, expresó.

Es que todavía no habían tenido oportunidad de conocer a su sobrino en persona, que nació en la Argentina el año pasado. Mileidy y Raul, según relató Miguel, habían conformado su familia en el lugar que habían elegido. “Mi cuñado había venido en 2011 primero a estudiar cocina, porque era chef y se enamoró de la Argentina. Amaba los productos, la comida, siempre nos contaba sobre las costumbres de la gente acá, que se tomaba muy buena sidra y que los más exquisitos elegían champagne, por ejemplo”, recordó el joven. “Al tiempo mi hermana se instaló con él y eran muy queridos acá. Sentimos mucho el dolor de los compañeros de trabajo de Raúl, les tenían mucho amor”, remarcó.

En ese sentido, indicó también que recibieron regalos y donaciones para Oliver desde que ocurrió el accidente. “Si bien no pedimos nada nosotros, porque tenemos trabajo, pero mucha gente quiso ayudarnos y más que nada para darle algo a Oliver. En este momento la verdad que todo suma y es para él. Lamentablemente no podemos llevarnos demasiadas cosas en el avión”, contó agradecido.

Fuente: TN
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