“Bocha” tiene su huerta en el fondo de su casa, narró que en esta cosecha cortó zapallos de hasta 15 kilos, pero también “saqué muchos de 13 y de 10 kilos” de una variedad denominada “calabaza dulcera”, que según afirma “es especial para hacer dulce”.
Consultado sobre a qué atribuye el tamaño de los frutos, enumeró que “primero por la tierra, otra cosa fue el año con lluvias justas” y por último “el abono de pollo”, que saca de los corrales de sus gallinas ponedoras y sus pollos parrilleros. “Sin ningún químico”, subraya.
Bocha y Liliana plantan varias verduras para autoconsumo, pero cuando se dan cosechas extraordinarias como las de los zapallos, la mayor parte se vende, entre vecinos, conocidos y “gente que pasa por acá, los ven y paran para llevarse alguno”. (Diario Río Uruguay)