Sociedad La historia de Aldana

Se quedó sin señal, rindió su último final a un costado de la ruta y se recibió

Aldana rendía su último examen para recibirse de profesora en Ciencias Políticas, pero se cortó la luz y su pueblo se quedó sin señal de telefonía. De todas maneras, se las arregló para dar su prueba final. Conocé su historia
Aldana Fedorischak, de 23 años, debía rendir su última materia de manera online para recibirse de profesora de Ciencia Políticas, pero lamentablemente se le cortó la luz en el pueblo misionero de Cerro Azul y se quedó sin internet.

Fue entonces que, sin perder la calma, se subió al auto junto a su padrastro y un amigo en busca de señal en la ruta. Y así, un costado de la ruta 3, en la localidad de Olegario Víctor Andrade, fue el escenario en el que esta muchacha pudo dar por terminada una etapa importante de su vida.

Aldana dio a conocer su historia y sus ganas de terminar la carrera en su cuenta de Twitter y, según contó a El Territorio, recibió muchos mensajes de cariño y de aliento gracias a la publicación.
“Yo estaba tranquila igual porque creo que las cosas pasan por algo, si tienen que ser, serán, y si no pasan es por algo. Me decía que si es la voluntad de Dios que rinda ese día mi última materia, así va a ser”, contó Aldana, que recibió a este matutino en su casa el día después de aquella jornada que recordará para siempre.

Y añadió: “Mi tranquilidad venía de arriba, porque se me cortó la luz, después se fue la señal y no quedé loca, hasta yo me sorprendí. Nunca me hubiera imaginado rendir al lado de la ruta, pasaban los autos, hasta pasó un señor que le saludó a los gritos a mi padrastro. Creo que para Dios nada es imposible y tenía que cumplir ese día con mi gran meta”.

Aldana contó con una sonrisa que para ese día tan importante iba a vestirse bien y ponerse un zapato formal, pero al final, terminó rindiendo en ojotas, como se puede ver en una de las fotos que compartió en la red social del pajarito. “Cuando llegamos a casa me estaban todos esperando y ya habían vuelto la señal y la luz”, reconoció, entre risas.
Mucho de lo logrado el jueves la joven lo agradeció a su tía (fallecida en 2019), que fue quien la alentó a estudiar una carrera universitaria y convenció a su mamá para que la dejara vivir con ella en Posadas. Puesto que desde que egresó de la secundaria, en 2014, estaba trabajando en su pueblo como niñera.

“El 11 de septiembre de 2016 mi tía me llevó a Posadas y yo iba en busca también de un futuro. Me dijo que yo iba a ser una hija más, que no me iba a faltar nada y que iba a poder estudiar”, trajo a la memoria.

“Siempre estuve guiada por los conejos de mi tía, ella me decía que no importan los obstáculos que se te presenten en el camino, que no baje los brazos, que siga para adelante. Siempre me transmitía su alegría para que me vaya bien”, recordó. Por otra parte, agregó: “En 2019, cuando empezaba tercer año, el 8 de abril, ella fallece producto del cáncer con el que venía luchando hace unos años. Fue algo muy duro que hasta ahora duele, pero me hago fuerte a través de sus consejos”.
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