
El hecho de que este antiparasitario de amplio espectro no haya sido avalado en el país es porque la evidencia científica no es aún clara y los estudios que se han realizado hasta ahora no cuentan con el número suficiente de pacientes para demostrar su eficacia.
Este caso se dio antes del niño milanés considerado hasta ahora el paciente 1 en la península, a quien se le había certificado la presencia del virus con un test en diciembre de 2019.

"Incluso dosis de hasta 10 veces mayores que las aprobadas no alcanzarían las concentraciones efectivas in vitro contra el SARS-CoV-2", siguió el comunicado de la sociedad científica y aclaró que la droga no es inocua y que aún a dosis terapéuticas puede provocar un número frecuente y considerable de efectos secundarios adversos, desde leves a graves.
Hasta el momento la evidencia científica en curso que evalúa el uso de ivermectina sola o combinada con otras drogas para la prevención y/o tratamiento de la infección por SARS-Cov2 "es de muy baja calidad y no han reportado datos claros de eficacia clínica", reza el texto.

"Siguiendo los lineamientos de ANMAT, la utilización de una medicación en carácter de uso compasivo, solo se encuentra autorizada para pacientes debidamente identificados, lo que excluiría la utilización de la ivermectina en forma masiva como actualmente se pretende", remarcó la SADI y no recomienda su uso mientras no exista mayor evidencia
En la misma línea, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) había alertado en noviembre sobre posibles "efectos colaterales indeseables, algunos probablemente mortales" de la droga.

Su par de Tucumán, Rossana Chahla, señaló que "estamos convencido de que reduce la carga viral. Por último, el titular de la cartera sanitaria salteña, Juan José Esteban, dijo que se administra "de manera preventiva entre el personal de salud, grupos de adultos mayores o personas con enfermedades de base".