
Dicho esqueleto está conservado por el museo «Oyé nden» de Villa Paranacito. En acciones con la Universidad Nacional de La Plata permitió que el antropólogo Mariano del Papa pudiera realizar los estudios radiocarbónicos en el Laboratorio de Radiocarbono [CIG], datando estos restos en 1220 años de antigüedad.

De este modo, se logró determinar que las procedencias de los restos óseos corresponden a los sitios arqueológicos El Guazuncho y Arroyo Martínez.
El informe de la UNLP, al que accedió R2820, señaló que "los análisis bioarqueológicos permitieron determinar que este esqueleto correspondería a un individuo masculino. También se pudo determinar que corresponde al grupo etario adulto. Para este sitio se cuenta con un fechado radiocarbónico realizado sobre el fémur izquierdo. El fechado obtenido fue de 1220 ± 60 años".

Esto permitirá la realización de una base de datos y sus resultados estimaron que la procedencia de los restos corresponde a dos sitios arqueológicos. Este hallazgo "permitirá la existencia de una colección inédita, integrando los datos obtenidos a la bibliografía científica, orientada a los estudios en el delta del río Paraná", completa el informe final.

En Villa Paranacito la tarea de preservar la memoria de la comunidad isleña ha sido llevada adelante por el ISFDC desde 1999, que ha dispuesto de los recursos humanos y materiales necesarios para tener un espacio en donde se pueda revivir la historia de esta localidad.
No dispone de un edificio propio, ha deambulado por diferentes lugares, se ha inundado varias veces, se han recuperado piezas que se hubiesen perdido sino fuera por la dedicación de los actores de esta institución.

En la actualidad, el museo funciona sobre la Avenida Entre Ríos 222, en el frente del ISFDC, en la planta alta de un edificio chiquito. La atención al público es esporádica, debido a que aún le falta cierta organización para la atención al visitante.
La localidad de Villa Paranacito se encuentra en el delta Inferior del río Paraná. Las primeras investigaciones arqueológicas en el área comienzan entre las últimas décadas del siglo XIX y principios del siglo XX.