Todo arrancó durante la tarde del domingo con la desesperación de una familia porque la pequeña se había tragado una moneda y no podía respirar correctamente.
Le siguió un llamado oportuno y una vecina que siguió instrucciones para concretar las maniobras de desobstrucción de las vías respiratorias.
"Atendí un llamado y sólo le dije a la vecina de la bebé como tenía que hacer la maniobra. Le expliqué que tenía ponerla de espalda, que le abriera la boquita y golpeará con la palma de su mano tres veces en la espalda de la bebé", contó el operador Mauricio Bentancor del Servicio de Emergencias Prehospitalarias 107 del Hospital Centenario.
"Yo no la salvé, la que la salvó fue ella", dijo al portal R2820 con humildad el estudiante de la Tecnicatura de Enfermería que desde el 107 le puso el cuerpo a la pandemia como todos sus compañeros.
Mientras esa persona hacía la técnica de desobstrucción de vía aérea, Mauricio Bentancor seguía en línea. "Ya está, salió" dijo la mujer con un tono de esperanza y el operador siguió el protocolo de rigor. "Enseguida le mandé una ambulancia con el doctor Juan Guzmán y el chófer fue Carlos Barrionuevo. Ellos la trajeron a la Guardia Pediátrica para controlarla y para controlar a los padres que estaban asustados", completó.
