
El habilidoso joven con elementos que tenía en su casa cavó un pozo de seis metros y elaboró un sistema para sacar el agua del mismo con una rueda de bicicleta, una cuerda y gomitas.

Rodrigo no tuvo una vida fácil, hace un año perdió a su mamá en un accidente de tránsito y con el correr del tiempo, en la escuela fue integrado a un Proyecto Pedagógico Individual para la inclusión (PPII), pero nada lo detuvo, las ganas de superarse pudieron más y el joven realizó este sistema de riego.
La solidaridad no tardó en llegar y Rodrigo recibió un hermoso regalo como recompensa a su esfuerzo y dedicación.
Aldo, le regaló dos sembradoras manuales para que pueda continuar con su huerta, "vi la nota en Elonce.com y rápidamente quise ayudar a este adolescente que apuesta a la sustentabilidad", realtó a Elonce.

Y señaló: "Me contacté con el director de la escuela y quise aportar algo a este emprendimiento".

En cuanto al funcionamiento de la sembradora manifestó: "No es algo complejo, la maquina tiene un tambor que se adapta al tamaño de las semillas y a medida que se la hace rodar la larga de manera gradual evitando que se amontonen".
"Luego en 30, 60 u 90 días de haber sembrado, ya va a empezar a ver los resultados", manifestó.
Y resaltó: "La sembradora le va a ahorrar mucho trabajo, y tiempo".
Al finalizar Aldo contó que "soy impulsor de las huertas familiares y creo que necesitamos muchos `Rodrigos´ que quieran producir su propio alimento y que tengan tantas ganas de salir adelante".