Sociedad Mendoza

Joven murió tras una cesárea y ligadura de trompas: "Le perforaron el intestino"

Geraldine hubiese cumplido hoy 27 años. Murió tras una ligadura de trompas en una cesárea y su familia denuncia mala praxis. "Le perforaron el intestino y provocaron un septicemia", dice la denuncia.
"A Yera la mataron en el hospital", repiten los familiares de Geraldine Oro (26). La joven mamá murió después de tener a su bebé por cesárea y someterse a una ligadura de trompas en un hospital de Maipú, en el Gran Mendoza.

Su marido Alejandro Chaile y papá de los dos hijos de la joven, un nene de 4 años y el bebé de apenas 20 días, acusó de una mala praxis a la médica que realizó la operación donde según la denuncia judicial "le perforaron el intestino".

Este jueves Yera, como la llamaban sus seres queridos, iba a cumplir 27 años. "Habíamos planeado celebrarlo en familia. Estamos destruidos. Dejaron a dos chicos sin mamá", le dice a Clarín Fernanda Oro, la hermana de Geraldine. Los familiares harán una marcha en pedido de justicia a las 19 horas, en la puerta del hospital Paroissien.
El 28 de octubre, se internó en el hospital de Maipú para tener a su bebé Álvaro. Con la obstetra, habían acordado que esa mañana sería la primera de la lista en parir por cesárea y que luego iba a ligarle las trompas. "Ella decía que dos hijos eran suficiente. Que quería darles el mayor cuidado y no deseaba volver a quedar embarazada. Además, esta vez había quedado embarazada llevando un DIU mal colocado", contó su hermana.

Todo marchaba bien. Geraldine envió fotos a sus hermanas para contarles que iba camino al hospital Diego Paroissien. A las 8.40 de la mañana le hicieron la cirugía y después fue trasladada a una sala común.

Las primeras señales de que algo malo ocurría comenzaron a la noche. Yera se quejaba del dolor y su hermana Fernanda, quien había ido a cuidarla, pidió ayuda a las enfermeras. "Noté que la herida sangraba mucho", recordó.

Allí comenzó el destrato. "Las enfermeras le decían que era quejosa, que ya irían a limpiarla, que no era nada grave, que debe haber quedado un punto sin suturar", dice Fernanda. Y según adelantaron a la familia, había que aguardar a la médica que realizó la operación que al día siguiente iría a controlarla.

El jueves 29 de octubre, a las 8, llegó personal médico a revisarla. Le informaron que era algo superficial -el punto mal suturado- que se iba a curar solo y que no iba a necesitar volver a cirugía. Pero Yera estaba cada vez peor. "Mi hermana comenzó a sentir dolores más fuertes y mandaron a su marido a comprar unas gotas para que calme el dolor", dice la hermana.

Ese jueves le colocaron dos veces una faja y le pidieron que camine para deshincharse. Al día siguiente, viernes 30 de noviembre, le dieron el alta diciendo que tanto el bebé como la mamá estaban bien, según la denuncia en la Fiscalía de Las Heras.

Ese mismo día en su casa, Geraldine comenzó a tener fiebre. Su marido -que es albañil- la llevó de nuevo al hospital ya que los dolores no paraban. "Solo le sacaron sangre para unos análisis y la mandaron de vuelta a casa", dice la hermana. En su casa, Yera comenzó con vómitos y estaba muy hinchada.

El sábado regresaron al hospital. "Mientras esperaba en una silla para ser atendida, se descompuso y tuvo un shock", según la denuncia. La trasladaron en ambulancia al hospital Luis Lagomaggiore, la principal maternidad pública de Mendoza. Entró directamente al quirófano. "El médico que la operó nos comunicó que a Yera le habían perforado el intestino haciendo una peritonitis y agravándose a una septicemia", recuerda Fernanda. Y remarca: "Es el cirujano quien nos dice que a Geraldine la han hecho una mala praxis".

Geraldine pasó tres días en terapia intensiva, en coma inducido. Durante su internación fue sometida a tres cirugías, en la última le extraen el útero por la infección provocada. El 4 de noviembre del 2020, una semana después del parto, Geraldine sufrió un paro cardíaco y murió.

La directora del hospital Paroissien, Fernanda Sabadin, informó que han iniciado una investigación para determinar la causa de la muerte de la joven. "Queremos saber si alguno de los intervinientes (personal médico) ha tenido algún tipo de responsabilidad, desde que la paciente ingresó en el hospital hasta que se derivó al Lagomaggiore", dijo la funcionaria al diario mendocino El Sol. Afirmó que su objetivo es colaborar con la Justicia y brindarle apoyo a la familia de la víctima.
Fuente: Clarín
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