Se trata de Doña Mirta de Brauer -mamá de Mabel- es ampliamente conocida en un buen sector de la ciudad, debido a que durante 34 años estuvo al frente, junto a su esposo Emilio, de un popular bar ubicado en calle Laurencena, en el barrio de la Parroquia del Rosario. En el "Bar Brauer" hasta se realizó la filmación de un corto, que hizo el cineasta crespense Gabriel Zaragoza y cuyo título fue "La Risa". Mirta fue una de las actrices que participó en la filmación.
Al enviudar, siguió ella al frente del negocio familiar, hasta que se retiró de la actividad comercial hace varios años y se dedicó a disfrutar de sus hijos y nietos.
"Es casi un milagro que haya podido volver, los médicos no nos daban esperanzas. Estuvo intubada con respirador, neumonía bilateral. Nos dijeron que sería un milagro que ella saliera. Paso por mucho pobre mami, pero acá está con nosotros en su casa", contó su hija Mabel Brauer a Estación Plus Crespo.
Mirta comenzó a sufrir complicaciones en su salud alrededor del 22 de septiembre. Se encontraba con una de sus nietas, quien dio positivo para Covid-19 y a pesar de que a ella le hicieron tres hisopados, siempre dio negativo.
"Desde el 23 de septiembre permaneció internada en el hospital de Crespo por una neumonía bilateral. El diagnóstico por imágenes daba que era Covid y se la trató con los cuidados y como si lo tuviera, porque los pulmones se ven diferente cuando tienen Covid", rememoró su hija Mabel.
"Permaneció en el hospital de Crespo hasta el viernes 25 de septiembre a la noche, todo el tiempo con oxígeno. Ahí se desmejoró y fue trasladada al Centro Médico, hasta el día sábado a la tardecita que se consiguió cama en el hospital De La Baxada, donde permaneció internada en terapia varios días".
Recibió el alta el lunes 19 de octubre y la gran sorpresa fue el recibimiento que le brindaron sus vecinos. Algunos de ellos esperaron pacientemente el arribo de la ambulancia que la traía de nuevo al barrio. Otros vecinos que se encontraban en aislamiento, la esperaron dentro de sus hogares "detrás de la ventana". Y hasta algunos ex vecinos llegaron desde otros puntos de la ciudad a recibirla.La sorpresa fue enorme y la emoción mucho más. El aplauso y la algarabía de los vecinos fue el mejor testimonio de lo que sienten por Mirta. Y así se lo hicieron saber cuándo la recibieron en la calle, frente a su casa.
"Hoy Mirta está lúcida, habla súper bien, recuerda todo, y próximamente deberá hacer mucha rehabilitación", indicaron sus familiares.
Hoy es la protagonista de una historia triste, pero con un final inesperado y feliz.
