
"Rubén y Néstor, lucharon mucho y tuvieron que dejar muchas cosas de lado, para poder llevar una chamarrita a Buenos Aires. Y lo lograron. Nos duele mucha esta partida, porque hemos perdidos muchos referentes a nivel nacional. Nos quedó Víctor Velázquez y Jorge Méndez. La ausencia de referentes a nivel nacional, en este espacio cultural, es significativo", dijo.
Y agregó que "Linares Cardoso, nos dejó con la chamarrita una identidad. Néstor, en los 80 se instala en Diamante, e impulsa mucho el cancionero que ya habían hecho en Buenos Aires. Él descubre acá (Diamante), un recurso humano muy valioso de muchos cantores, que hoy en día son figuras. Me encuentra a mí, que yo andaba con un conjunto regional, y su intuición hizo que pueda ser ese acordeón para completar su cancionero, así surge Juan del Gualeyan".
Al respecto, comentó que "hace 40 años que grabamos esa canciones y en un mes, se vendió un millón de discos. A partir de eso, se dio el gran boom del folklore entrerriano en todo el país. Lo que han marcado los hermanos Cuestas, va a quedar grabado en la historia para siempre".

El recuerdo de los escenarios
En relación a eso, Miguel comentó que "como responsabilidad, Cosquin y los programas de Argentinísima. Esos lugares requerían que las cosas salgan bien, que no hubiera errores y nos demandaban muchos ensayos"."Toda la vida le voy a estar agradecido"
"Después tenemos muchas anécdotas, yo dejé de fumar a los 30 años, gracias a Néstor. Toda la vida le voy a estar agradecido. Yo fumaba mucho, en los autos, en los ensayos, en los festivales, y a mí me hacía muy mal, pero no lo podía dejar", recordó."Cuando Néstor vio que tenía muchos problemas de salud, como dolores de gargantas y anginas, él me dijo `sabes porque no lo dejas, porque no sos lo suficientemente hombre para tomar esa decisión´, fue algo que me marcó, porque nunca más fume".
"Estamos todos muy tristes, pero se fue de gira, a la peña del cielo. La historia ya está escrita, Rubén y Néstor son una leyenda y son Entre Ríos", finalizó.