Sociedad Juguitos paranaenses

"Juguitos Luciano": 50 años fabricando la golosina preferida de chicos y grandes

Luciano Valentín hace 50 años que se dedica a fabricar juguitos congelados para chicos y grandes. "Cuando comencé a trabajar de esto me decían que hacia plata con agua", contó a Elonce TV. La historia del emprendimiento familiar
Luciano Valetin de 78 años es oriundo de Paraná y hace alrededor de 50 años que se dedica a hacer juguitos congelados para venderles a niños y adultos. Este "refresco" que es la opción preferida de los pequeños durante el verano, tiene numerosos secretos y marcó la historia de su familia. "Estos juguitos son conocidos en toda la provincia", aseguró el creador a Elonce TV.

Según contó Valentín la idea de fabricar estos refrescos surgió en una charla con su esposa: "Un día mi señora me decía que los niños comían muchas golosinas pero que no tenían nada que les llame realmente la atención, entonces yo le dije que tenía una idea y fue ahí cuando se me ocurrió probar con los juguitos".
Él junto a su esposa fallecida trabajaron gran parte de su vida vendiendo juguitos, "cuando comenzamos a fabricarlos los vecinos nos decían que hacíamos plata con agua, pero en realidad no conocían el secretó", rememoró.
"A la temporada siguiente todo el mundo quería hacer juguitos porque veían que se vendía mucho, y gracias a dios todavía seguimos trabajando de esto", contó el fabricante.

Y manifestó: "Todo el año se toman hasta en invierno, en un primer momento los pensamos solo para los chicos pero con el tiempo vimos que los adultos también lo compran".
"Sabor de punta a punta"
Lo llamativo de los Juguitos Luciano es el tamaño, y el afirmó que por pedidos puede llegar a hacer hasta uno de once metros.
"El secreto del gusto está en la mente, porque las personas piensan que por tener colores distintos el sabor varía y en realidad es siempre el mismo: Multifruta", mencionó.

A su vez aseguró que "Juguitos Luciano no tienen conservantes, son artesanales, es un trabajo que lleva muchas horas".

Actualmente en la fábrica de juguitos trabajan muchos de sus hijos y el hombre de 75 años continúa ayudando. "Hay que estar en actividad porque si no la muerte te alcanza rápido", reflexionó.
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