"El de Santa Elena es un juzgado con mucho volumen de trabajo por juicios, monitorios, ejecuciones y con una fuerte vocación en la atención a las leyes de Violencia de Género y Familiar", comunicó a Elonce el juez de Paz de la localidad, Guillermo Vega.
Según especificó el magistrado, "se promocionan las vías de comunicación para la mujer en estado de vulnerabilidad, porque además de atender las situaciones de violencias, se toman las medidas y se le da un seguimiento a cada caso".
"Se brinda atención tanto a las víctimas como a los victimarios, los que quizás por falta de educación o información, desconocen que a una mujer también se la puede violentar no solo desde lo físico sino también desde lo emocional", explicó el magistrado en comunicación con Elonce.
"Este es un juzgado activo", sentenció el juez Vega, y según ratificó, desde la magistratura a su cargo se trata de solucionar los inconvenientes que se suscitan a fin de evitar los traslados de los interesados hasta la localidad de La Paz, cabecera del departamento.
"Tenemos mucho trabajo y tratamos todas las cuestiones, desde uniones convivenciales hasta cuotas alimentarias, porque se le explica al papá y la mamá la importancia de llegar a un acuerdo por el bienestar de los hijos", evidenció el magistrado de Santa Elena.
"El juez activo puede aprovechar el cargo para marcar una diferencia", resaltó Vega en comunicación con Elonce.La importancia del edificio propio para el Juzgado de Paz radica en el punto que le da "una identidad y una impronta propia en la comunidad" al dejar de estar alquilando y saltando de un lado a otro cada dos o tres años.
