
Tiene 66 años y trabaja en un local en la esquina de Santa Fe y Godeken, frente al Hospital Samco de Chañar Ladeado. A raíz de una entrevista radial, un oyente propuso pintar las paredes del kiosco, que después de muchos años estaba desgastado y desmejorado.

A Luis le pidieron que viernes y sábado no fuera a trabajar para realizar un trabajo de desinfección, pero en realidad un nutrido grupo de vecinos se reunió a cambiarle la cara a su negocio. Cuando volvió, Luis se encontró con las paredes del kiosco pintadas y no pudo contener la emoción.