Y continuó: "En los primeros días hubo mucho trabajo de concientización, a través de los medios de comunicación y brigada de colaboradores, respecto del distanciamiento social en los bancos y comercios. Salieron brigadas a la peatonal, a controlar a la gente que hacía fila en esos lugares y los invitaban a respetar el mínimo de un metro y medio entre persona y persona. Más acá en el tiempo ha habido incluso clausuras de comercios, donde se detecta que no se está cumpliendo el distanciamiento social. En las calles andaban los patrulleros con altoparlante y enviaban a sus domicilios a los que se paraban a conversar afuera. Hoy todo eso ya no se da. Aprendimos la importancia de cuidarnos unos con otros".
El crespense que llegó producto del servicio militar a Catamarca y luego se desempeñó en la función pública, teniendo actualmente un negocio del rubro seguros, sostuvo que el sistema sanitario de esa provincia "se ha preparado" y precisó: "Se construyó un hospital con 120 camas en Terapia Intensiva, que están listas y los agentes esperando cuando llegue, porque sabemos que en algún momento tendremos pacientes también".
El Covid-19 apareció primero en oriente y llegó a occidente a partir del viaje de los residentes en estas latitudes. Esa situación que significaba un potencial riesgo, fue rápidamente contenida por Catamarca, sobre lo cual Kranevitter indicó: "Se logró con control y medidas anticipadas. Antes del aislamiento nacional, el gobierno provincial se hizo del listado de migraciones y sabían en forma detallado, qué catamarqueños habían estado en diciembre de 2019, enero y principios de febrero de 2020, de viaje en destinos del exterior. En toda la provincia tenemos 400.000 habitantes, eso hace también que sea un número controlable y manejable. Nos conocemos, no era difícil llegar hasta quien había viajado y controlar que cumpla la cuarentena. Es más fácil si se compara con ciudades o provincias grandes, donde quizás se hace complejo ubicar a alguien". Felizmente, ninguno de los viajeros presentó síntomas. Con el avance de las fases, muchas jurisdicciones del territorio nacional se vieron afectadas por la circulación de sus ciudadanos, que al estar temporalmente en localidades con circulación viral o en contacto con pacientes positivos, regresaron a los poblados sin casos, generando los primeros contagios. Esta cuestión tampoco ha afectado todavía a Catamarca: "Es una provincia hermosa, en la que se puede hacer de todo, pero tiene la particularidad de presentar un 70% de suelo montañoso y un 30% de llanos. Entonces, se siembra soja, pero en menor escala que en otras regiones del país. Se cría ganadería, hay avicultura, se siembra trigo, todo en pequeñas cantidades. Nada de lo que producimos nos alcanza para autoabastecernos, salvo las producciones de nueces y aceitunas, que son producciones locales muy fuertes. Nuestros alimentos llegan desde provincias hermanas. En estos meses nunca faltó nada, pero el ingreso se da en un marco de control y habilitación estricto, muy cuidado". "Hoy estamos prácticamente teniendo una vida normal, con los respectivos protocolos. Las únicas actividades que aún no han sido autorizadas son las de público masivo, como cines, teatros, el fútbol. Pero desde hace dos semanas los fieles han vuelto a las iglesias y ya habilitaron el turismo interno", afirmó Omar Kranevitter.
Igualmente el productor de seguros puso énfasis en aclarar que "se flexibiliza, pero no se relajan las medidas" y poniéndose de ejemplo, añadió: "Hace muchísimo que no saludo a nadie con la mano ni un abrazo. El barbijo o tapabocas es constante cuando atiendo a un cliente, porque es la única manera que tenemos de cuidarnos y cuidar a los que queremos, a los seres que apreciamos. Yo quiero poder llegar a mi casa y estar tranquilo del contacto que pueda tener con mi familia. El aislamiento es clave. Este conjunto de acciones individuales, son sin dudas un esfuerzo que hago fuera del hogar, al igual que todos los catamarqueños, pero lo valen en este sentido, que es preservar la salud", concluyó.