Ocurrió entre la localidad transerrana de La Paz y la ciudad puntana de Merlo, sobre la llamada "ruta vieja". San Luis blindó todos sus límites en el comienzo de la cuarentena por el Covid-19, hasta en los caminos vecinales. Hacia los dos lados hay "zona blanca".Miembros del gabinete de Gobierno puntano llegaron hacia las 18 del sábado a la Villa de Merlo, situada en el límite con Córdoba.
"Los vecinos enardecidos fueron con picos y palas al límite y decidieron romperlo. Parece que ante la situación, la Policía tuvo la orden de no actuar. Hay mucho malestar", graficó el médico Raúl Urquiza, uno de los vecinos de la zona fronteriza que desde abril viene bregando por una flexibilización, y propone un registro controlado de cada vecino que necesite cruzar. Unos dos mil cordobeses de ese sector del sur de Traslasierra desarrollan su vida entre los dos territorios, y más de 700, por motivos laborales, tienen su domicilio formal en San Luis.
"Somos más de 700 los de este lado que tenemos domicilio en Merlo, y hace 70 días que no podemos cruzar a trabajar", dijo Romina, del paraje Las Chacras Sur. Su vecino, Luis Agüero, relató: "Esta situación ha hecho que los cordobeses de este lado deban andar como delincuentes, ocultándose para conseguir medicamentos o comida, o para hacer un trámite bancario. Es lamentable".