Sociedad Durante los próximos meses

Bajante del río: Especialistas advierten de una mortandad inusitada de peces

Especialistas advierten que se espera el peor momento del río Paraná: en los próximos meses, podría haber mortandad de peces, contaminación con algas y los efluentes cloacales que serán arrojados a un cauce con un caudal muy reducido.
El cauce del río Paraná continuará en descenso hasta el verano y se acentuará con la llegada del fenómeno La Niña. Los problemas abarcarán desde una disminución de la fauna ictícola hasta un cambio en el sabor del agua potable, según el análisis de distintos especialistas en climatología, hidrología y biología que respondieron a un informe del diario Época.
El investigador por el CECOAL y especialista en manejo de ecosistemas, Juan José Neiff, anticipó que la bajante histórica del río Paraná continuará hasta el verano o, incluso, hasta fines de la estación en 2021.
La escala hidrométrica de Prefectura Naval Argentina registró este martes, apenas 14 centímetros en el Puerto de Paraná y las marcas comenzaron a descender con mayor velocidad desde la semana pasada.
Las variaciones comenzaron a evidenciarse en las costas entrerrianas a fines del febrero pasado, cuando el 27 de febrero se encontraba en 2,74 metros y desde esa fecha, comenzó a caer hasta los niveles actuales.
Sin perspectivas de lluvias
Por otra parte, el agroclimatólogo Eduardo Sierra, había anticipado que a fines del 2019, que la recuperación del cauce tendría fecha en junio por lluvias en el río Paraguay (afluente del Paraná). Sin embargo, el CECOAL y el Instituto Nacional del Agua (INA) aseguran que las condiciones climáticas cambiaron y no se dará el fenómeno.
"No va a llegar la creciente del río Paraguay porque en su alta cuenca no hubo precipitaciones significativas durante el verano y el otoño", remarcó Neiff.
Larga sequía
Bajo esta línea, el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús, dijo: "La perspectiva es muy desfavorable con lluvias muy erráticas y escasas por lo menos hasta el 30 de junio".
El especialista de la UNNE recordó además que en los próximos meses se entrará a una nueva fase de La Niña. Es un evento meteorológico mundial que responde a un enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico y provoca escasez de lluvias y sequías en Sudamérica. "El escenario conduce a una bajante muy prolongada", sentenció.
Excedente de lluvias
Para entrar en una fase de crecida del río se necesita la llegada de precipitaciones intensas que, por un lado, logren humedecer los terrenos secos y luego recién pasar a formar parte de la cuenca. "Se debe producir un excedente a través de lluvias torrenciales", precisó Neiff, quien también explicó que la recuperación dependerá de la deficiencia en cada sector.
Las consecuencias de la sequía regional no tienen un origen específico conocido por los científicos.
Cambio de época
Sin embargo, el investigador del CECOAL analizó que se debe a fenómenos climáticos de onda larga (extensos en el tiempo) que son difíciles de predecir, por lo que los datos del río que alimentan un modelo abarca desde de 1901 a 2020. "Esto es un soplo de la historia", graficó.
Para los próximos meses se espera que el nivel del agua en las costas del puerto llegue a puntos tan bajos como 0 centímetros (cero). "No sabemos hasta cuándo permanecerá la bajante pero hemos notado que cambió la periodicidad y la época del año en que se manifiesta estos fenómenos", concluyó.
Golpe a la fauna ictícola
La fauna ictícola del Paraná está integrada por una gran variedad de especies como surubíes, dorados, armados, pacús, bogas y mandubíes. Tanto los adultos como los pequeños se verán afectados. Los peces, al no poder llegar a los cursos de agua, quedan varados en el barro y los bañados. "Vamos a ver una mortandad muy grande debido a que los cuerpos de agua son muy poco profundos, de poca profundidad, y las temperaturas, bajas", indujo Neiff.

Una situación que ya ocurrió esta semana en el río Monte Lindo, que divide a los departamentos paraguayos de Presidente Hayes, Chaco y San Pedro, y desemboca en el río Paraguay. "Este fenómeno que ocurrió a 250 kilómetros del norte Formosa ocurrirá también en nuestra región. Es un peligro latente que va suceder", lamentó Neiff.
Falta de agua
El intendente de Empedrado, José Cheme, grabó con su teléfono celular el escaso cauce del río que lleva el mismo nombre que la localidad ubicada a más de 50 kilómetros de Corrientes. Allí mostró a sus seguidores "cientos de peces" agrupados en cardúmenes bajo el puente que pasa sobre la corriente. "Parece que hay más peces y es porque se concentran en las pocas zonas cubiertas de agua. Las consecuencias se van a ver dentro de cuatro y cinco años en adelante", vaticinó. La falta del líquido en la zona de bañados y lagunas, producirá la pérdida de un ciclo reproductivo, por lo que no se reclutarán nuevas poblaciones.
Aparición de algas
Por último, el investigador Neiff remarcó que la concentración de fósforo y nitrógeno en el Paraná ocasionará la aparición de algas verdes que le darán un gusto desagradable al agua. Así, el proceso de potabilización se encarecerá. "Los efluentes domésticos cloacales y pluviales son recibidos en caudal menor. Es un fenómeno conocido como eutrofización cultural", finalizó. La bajante será, en los próximos meses, seguida por expertos y concentrará su atención por lo menos hasta mediados de 2021. Fuente: (Diario Época).-
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