En el comunicado oficial, se indicó que la elefanta "se encuentra en perfecto estado de salud, de buen ánimo", y que apenas salió de la caja en la que fue trasladada, "jugó con agua y se tiró tierra con su trompa como lo hacía en el Ecoparque".
El trayecto que se inició el sábado en Buenos Aires se realizó por tierra y contó con un protocolo de traslado especialmente adaptado a las exigencias sanitarias exigidas por la pandemia de coronavirus.
Si bien explicaron que no es necesario que Mara pasé por un proceso de cuarentena ya que el mismo fue completado en el Ecoparque porteño, sí será necesario un período de adaptación que estará a cargo del personal técnico del santuario.
Mara salió de viaje el pasado sábado por la tarde y fue monitoreada cada dos o tres horas por parte del equipo técnico que la acompañó, alimentó, limpió y la evaluó hasta Foz de Iguazú.
Este lunes, y ya en la Aduana, el equipo de veterinarios y cuidadores del Ecoparque se despidió de Mara, se realizaron los trámites pertinentes, y desde ese momento tomó la posta la gente del Santuario de Elefantes de Brasil.
Mara compartía su recinto en el Ecoparque con dos elefantas africanas, Kuky y Pupy, y había llegado al Ex Zoo porteño el 16 de octubre de 1995 tras un decomiso judicial por la quiebra del Circo de Rodas.
