En los sectores vulnerables el distanciamiento físico resulta muy complicado de cumplir. A eso se le agrega las interrupciones ocasionales del suministro de servicios. En los últimos días, vecinos, referentes barriales, organizaciones sociales y un puñado de legisladores denunciaron falta de agua potable y cortes de luz. Ambas problemáticas agravan la situación de las barriadas donde también preocupa el avance del dengue y donde las condiciones ambientales y habitacionales provocan que el acatamiento del aislamiento obligatorio establecido por Alberto Fernández desde fines de marzo opere de una manera muy particular, en una suerte de "cuarentena comunitaria".
Frente a esta realidad, el propio jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, reconoció que trabaja para aminorar el impacto. "El aumento de casos va a llegar y el objetivo es prever y reducir su impacto con el cuidado de todos y en especial de los adultos mayores. Necesitamos que nos sigan acompañando en el uso de barbijos, el aseo, distanciamiento social y salir lo mínimo indispensable y apelamos a la responsabilidad individual", pidió.
A raíz de esto, las autoridades reforzaron las cuatro líneas de acción orientadas a mitigar el impacto del virus. Se repartieron folletos en la modalidad "bajo puerta" para evitar contacto entre las personas y se comunicaron las medidas de prevención vía redes sociales y grupos de WhatAapp a cargo de los referentes de cooperativas barriales. También se implementaron acciones en radios comunitarias y a través de instituciones religiosas y los curas villeros.
Además, se realizan recorridas territoriales con megáfonos por las calles internas de los barrios y se articuló la comunicación con comedores barriales para que entreguen material de difusión junto a las raciones de comida. En todas esas oportunidades se aprovechó para informar sobre la prevención del dengue. (Infobae)