Mientras tanto, el calor se hacía notar en las inmediaciones del Congreso, hecho que culminó con varias personas siendo asistidas por ambulancias que trabajaban en el lugar. Pese al intento de Alberto Fernández de esgrimir un discurso sin confrontación directa con Mauricio Macri, la salida del ahora ex presidente generó un intenso abucheo al líder del PRO.
Entre las multitudes convivieron las banderas de las principales organizaciones sindicales, de Derechos Humanos y políticas de distintos órdenes. La Cámpora, Unidos y Organizados, Nuevo Encuentro, el radicalismo kirchnerista, distintas vertientes sindicales de la CGT y la CTA, y el Partido Comunista, entre otros grupos, se congregaron en los alrededores de la plaza. Un fuerte aplauso acompañó a la convocatoria de Alberto Fernández, ante la mirada de los jueces de la Corte Suprema, a "un contundente Nunca Más" a una "justicia que persigue según los vientos políticos del poder de turno", a lo que siguió un anuncio de "intervenir la AFI" y usar los fondos reservados de la inteligencia argentina en el plan "Argentina contra el hambre". Lo mismo sucedió cuando el flamante mandatario hizo referencia a terminar con las diferencias existentes entre los hombres y las mujeres.
La concentración pasó luego a la Plaza de Mayo, donde el Frente de Todos, ahora nuevo oficialismo, organizó un masivo acto con múltiples shows y nuevos discursos de los dirigentes electos.
Una multitud también acompañó el traslado de Fernández desde el Congreso a la Casa Rosada por la avenida De Mayo después de la ceremonia de jura.