Sociedad En una maternidad de Rosario

Inédita cirugía permitió el nacimiento de beba que tenía un tumor en la tráquea

En la Maternidad Martin, de Rosario, se realizó una complicada intervención que permitió el nacimiento de una beba que tenía riesgo de respiración por un tumor alrededor de la tráquea. Participaron 14 profesionales.
Una vez más, la salud pública rosarina exhibió un gesto que revela el alto nivel de profesionales que integran esta red fundamental. En una nueva ocasión, los médicos que se desarrollan en el ámbito local mostraron la profundidad de sus conocimientos, la habilidad para detecciones oportunas, y la capacidad de coordinación para una intervención que demandó el trabajo simultáneo de 14 personas.

Es que el pasado viernes, en la Maternidad Martin se realizó una compleja intervención quirúrgica que es inédita en la ciudad, y que permitió el nacimiento de un niña que tenía riesgo de respiración al momento del parto por una tumoración ubicada alrededor de la tráquea, diagnosticada durante el embarazo.

La dificultosa cirugía fue un éxito y le abrió las puertas para la llegada al mundo a Francesca, quien sigue evolucionando en ese importante centro de salud. La beba es la primera hija de una joven pareja (ambos de 25 años) proveniente de Amenábar, una pequeña localidad del departamento General López, en el sur de provincia, donde le detectaron el problema y desde allí fue derivada a la Maternidad Martin, teniendo en cuenta la complejidad de la intervención.

Uno de los elementos más importantes, que permitió desembocar en una intervención sumamente satisfactoria, fue la detección a tiempo del problema. Es que durante un estudio ecográfico de rutina, que venía llevando la madre en Amenábar, se halló que la beba tenía un tumor en el cuello. Por las características del caso, la paciente fue derivada al consultorio de medicina fetal de la Maternidad Martin.

Ya en ese centro, se inició un seguimiento de la mamá, y en esa etapa los profesionales que la atendían entendieron que la tumoración podía dificultar el pasaje de aire por su vía aérea. Para tener más certezas se le realizaron varios estudios que incluyeron resonancias magnéticas, y con ese material de referencia un equipo interdisciplinario de genetistas, obstetras y profesionales de salud mental especialistas en patologías fetales, armó una estrategia para resolver en forma anticipada el nacimiento de Francesca, ante la posibilidad de tener obstruida la vía aérea, como consecuencia del tumor.

Ante esa exigente situación, los médicos decidieron utilizar la técnica exit (ex-utero intrapartum treatment), que consiste en garantizar la vía aérea de la beba, mientras sigue oxigenada por la placenta de su mamá. De esa manera, mediante una anestesia general de la niña a través de la madre, se realiza una cesárea, en la que a diferencia de la práctica habitual, en este caso se extrae del útero sólo la cabeza y un brazo, para que de esa manera el equipo de neonatólogos controle a la niña. Mientras, por el otro lado los endoscopistas aseguran, mediante técnicas quirúrgicas, el oxígeno de la bebé.

A las cinco horas del nacimiento, los médicos le retiraron la ventilación mecánica a Francesca, quien desde ese momento se alimenta del pecho de su mamá. La bebé se encuentra en neonatología, y por su tumor en el cuello se activaron los mecanismos de estudio para su diagnóstico.

En una cesárea habitual participan unos 6 o 7 profesionales. Pero en esta ocasión se necesitó la intervención de un grupo de 14 profesionales, que planeó la cirugía y determinó la posición y el rol de cada uno.

El equipo estuvo integrado por Gabriela Puig, Lorna Andreussi (neonatólogas); Lucas Bordino (otorrinolaringólogo pediátrico especializado en endoscopía pediátrica); Jimena Randolino y Belén Bosch (obstetras); Federico De Caroli (cirujano de cabeza y cuello); Adrián Escobar, Daniela Jaime , Roxana Domínguez, Celia Cardozo (enfermeros); Magalí Balasini (instrumentista); Nicolás Alet y Silvina Sciutto (anestesistas). También colaboró Edgardo Abalos, jefe de Obstetricia.

"Fue fundamental el diagnóstico precoz del tumor, ya que si se detectaba en el parto, todo el proceso se tenía que realizar con la niña sin respirar, lo que podía provocar daños por no tener oxígeno. Logramos transformar una emergencia en algo programado, y pudimos resolver todo sin comprometer su oxigenación", remarcó Abalos.

Vale destacar que esta intervención de la salud pública local evidencia una estrategia de regionalización perinatal, que se realiza desde 2010, para disminuir la morbimortalidad de madres y niños.

En ese marco, con criterios de regionalización de alto riesgo obstétrico, los profesionales derivan a las embarazadas a distintos efectores según riesgos y patologías. Así, las cirugías complejas neonatales son derivadas a la Maternidad Martin, las sospechas de cardiopatías congénitas al Hospital Centenario, y los embarazos menores de 32 semanas al Hospital Eva Perón. (La Capital)
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