Sociedad Ocurrió en Buenos Aires

Murió la mujer que se había despertado antes de su propio velatorio

María Muñoz, de 85 años, padecía leucemia crónica y cuando la estaban por velar, advirtieron que respiraba. Esta vez le realizaron varios estudios antes de confirmar su deceso, en la ciudad bonaerense de Chacabuco.
María Muñoz, la mujer de 85 años que la semana pasada despertó antes su propio velatorio, finalmente murió el jueves en la ciudad bonaerense de Chacabuco.
La noticia fue confirmada por las autoridades del Hospital Municipal del Carmen, el mismo centro asistencial en el que unos días atrás la habían declarado muerta tras una descompensación provocada por un cuadro de leucemia. Esta vez, los médicos le realizaron varios electrocardiogramas para constatar que efectivamente no tuviera signos vitales.
En tanto, desde el Municipio local se tomó la decisión de separar de sus cargos a los profesionales implicados en el incidente del último jueves, a quienes se les inició además un sumario administrativo y una causa judicial.
Días atrás, tras la difusión del caso en los medios nacionales, desde la secretaría de Salud del distrito emitieron un breve comunicado en el que, sin dar demasiadas precisiones, confirmaron que Muñoz estuvo clínicamente muerta varias horas.
Argumentaron, además, que se trató de un hecho casi sin precedentes en el que la mujer literalmente volvió a vivir.

Gladys, la hija de Muñoz, había contado el episodio en primera persona al medio local Chacabuco en Red: "A las 22 vinieron de la cochería, se la llevaron y nos dieron la sala velatoria. Al rato, uno de los muchachos de la cochería nos llama, ella ya estaba en el cajón, y me dicen que ella estaba viva. Le tocaban el estómago y ella respiraba, obviamente con dificultad".

Superados el impacto y la sorpresa de ver a la mamá en el cajón con los ojos abiertos, Gladys y su familia se dispusieron a llamar a un médico para que constate que en efecto la señora tenía signos vitales. Como resultado, María volvió a ser trasladada al Hospital Municipal, con vida. Su cuadro, sin embargo, era irreversible.
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