Sociedad ¿qué ocurre en las instituciones?

El Ventilador: Estudiantes... unidos, organizados y... ¿escuchados?

Un centro de estudiantes no sólo organiza eventos y actividades educativas, deportivas o culturales. Muchas veces también tienen una importante participación en la asamblea con profesores o directivos. El tema, en El Ventilador.
Desde sus orígenes, los centros de estudiantes en Argentina tienen un lugar destacado dentro de una institución educativa, pero también en la vida social y política de nuestro país.

Estos entes, compuestos por los mismos alumnos, son una organización democrática en la cual los estudiantes se agrupan para velar por sus intereses comunes.

Sus autoridades hacen campaña, se someten a elecciones y son elegidos por votación.

Los centros más organizados y con mayor peso dentro de la institución, tienen la posibilidad de incidir en los contenidos que desean incorporar a su formación.

Los niveles terciarios y universitarios son los ámbitos donde más presencia de estudiantes organizados se puede observar.

Pero... ¿cuál es la realidad hoy de esas organizaciones en las escuelas secundarias?

Hace unas semanas, el Concejo General de Educación de la provincia de Entre Ríos aprobó un marco normativo para el funcionamiento de los centros de estudiantes secundarios.

La norma, entre otras cosas, establece dos puntos que generó debate y la polémica no tardó en instalarse: ...dicta la obligatoriedad de los centros de estudiantes en todas las escuelas secundarias y ordena crear un Registro Único Digital, con los datos de todos sus miembros.

Ahora bien... ¿qué piensan alumnos, padres y docentes sobre estas disposiciones?

Inquietudes, disconformidades, propuestas o control, son algunas de las motivaciones que llevan a los alumnos a organizarse.
Pero... ¿qué nivel de escucha y participación se les da desde la comunidad educativa toda?


Por otra parte, y teniendo en cuenta que para muchos se trata de la primera experiencia de actividad política democrática... ¿qué nivel de pluralidad de voces existe hoy en esos espacios y cómo se organizan?
"La escuela es la caja de resonancia de las sociedades"
Esta frase se escucha afirmar con frecuencia. En este sentido, no es difícil de observar que la sociedad viene enfrentando cambios vertiginosos de paradigmas.

Y los jóvenes, como en muchos momentos de la historia, son parte activa de esos cambios.
Cuestiones de género y de inclusión, de tecnología, medio ambiente, nuevos trabajos, nuevas modas, nuevos lenguajes...


Todo ocurre rápido y, aún con mayor o menor resistencia, se incorpora a la vida cotidiana. Ahora bien... ¿qué ocurre en las instituciones educativas?

Los códigos de convivencia, para muchos, viene siendo un punto de conflicto en este sentido.

Los alumnos piden que sean tenidas en cuenta algunas nuevas costumbres y tendencias. Los docentes reclaman que primero se cumplan las más viejas.

Mientras tanto... ¿cómo es hoy la convivencia dentro de las escuelas y cuáles son los puntos de los códigos escolares más discutidos?

Otra cuestión para nada menor en la actualidad, dentro de estos cambios de paradigmas, es la actualización de los contenidos educativos.

¿Qué injerencia tiene hoy el deseo de los alumnos en la definición de los programas de estudio?

¿Son escuchados los estudiantes cuando reclaman por nuevas materias, talleres o capacitaciones? ¿Qué rol y fuerza tienen en este punto los Centros de Estudiantes?
"En este momento hay 390 centros inscriptos, sobre 500 escuelas de nivel secundario"
Eugenia Díaz Picó, Coordinadora de Organizaciones Estudiantiles del CGE, explicó que "ya había una ley pero la resolución nueva incorpora la administración de los fondos de los centros de estudiantes, que es algo que la ley del 2013 no contemplaba y era bastante necesario porque era un reclamo de los supervisores, de los directivos y los propios estudiantes cuando había cambios. La resolución habla de las actividades que podría hacer el centro de estudiantes con esos fondos. Tienen que ser actividades que tienen que ver con lo educativo, con lo recreativo, mates bingo, bailables, la estudiantina".

"Regula y da herramientas a aquellas instituciones que no sabían manejarse con ello pero sí recoge las experiencias de muchas instituciones del interior de la provincia que ya venían haciéndolo de esta manera", dijo.

Asimismo, señaló que "el sistema educativo tiene sus jerarquías, las escuelas tienen sus supervisores de zona, las direcciones de nivel trabajan con esos supervisores en la difusión, no solo de la ley sino también de la resolución, de los documentos que tenemos para la conformación paso a paso. Nos encargamos de viajar a todos los departamentos todos los años para hacer talleres de difusión de la información del centro".

"Puede haber una escuela en la que los chicos no tienen intención de formar el centro de estudiantes se nos señala la falta de interés y buscamos motivarlo. Generalmente cuando eso pasa es porque hay desinformación o que estamos transmitiendo mal esa información", dijo.

Comentó que "hay un registro único digital y en este momento hay 390 centros inscriptos, sobre 500 escuelas de nivel secundario en toda la provincia. Hay 110 escuelas que hoy no tienen centro de estudiantes".

Sobre el acuerdo escolar de convivencia, manifestó que "la normativa estipula que debe haber asambleas generales entre docentes, estudiantes y directivos, sino también asambleas para tener la voz de los estudiantes. Hay que escucharla y tomar en cuenta ciertas modificaciones sobre el acuerdo escolar de convivencia. La mayor inquietud de los chicos tiene que ver con los uniformes, la identidad, el uso del celular".

"Si no permitimos que los estudiantes puedan discutir ciertas cuestiones políticas les estamos vedando su opinión", finalizó.
"La pertenencia partidaria suele impulsar a muchos chicos para empezar a crear los centros de estudiantes"
Arianna Pautasso, presidenta de la Federación de Estudiantes Secundarios, indicó que "la pertenencia partidaria suele impulsar a muchos chicos para empezar a crear los centros de estudiantes. En mi escuela República de Entre Ríos no había, no nos permitían tener. Pensé en las luchas que me interpelan a mí y eso fue lo que me ayudó a juntar a algunos pibes, contarles y armarlo".

"A pesar de que existía la ley nos ponían trabas, nos decían que no se podía, no teníamos edificio propio, siempre pasaba algo y no podíamos tener centro de estudiantes", indicó.

Por otra parte, dijo que "creo que hay poca intervención en un caso de violencia o bullying. Se contiene a la persona que es víctima de acoso pero a veces no al acosador, que por algo lo está haciendo, sin querer justificarlo. Si ejerce violencia sobre alguien puede que él también esté siendo víctima de violencia en su casa. Hay poca contención, se los cambia de turno o de escuela y nada más".

"En el aula no se trabaja el bullying, el acoso ni nada. Se dan a veces una vez al año, se hace un afiche y nada más. Nunca hay una iniciativa de trabajarlo de verdad", comentó.

"Pude hacer compatible estudiar y estar en el centro de estudiantes. A mi mamá le encanta que esté en esto y sabe que tengo el espíritu de justiciera. Nunca descuidé las materias, tengo muy buen promedio. Complemento todo, es un aprendizaje el centro de estudiantes. Se aprende mucho sobre leyes, redacción, estatuto pero también ver otras realidades de nuestros compañeros", dijo.

"No nos dejan teñir el pelo, no nos dejan llevar una remera básica que no sea blanca, todo porque según dice deja mal a la escuela. No nos dejan decidir sobre cuestiones que nosotros vivimos, ellos no viven nuestra realidad. Las remeras salen caras y hay algunos que no pueden comprarla y los sancionan. Es un impedimento para estudiar", señaló.
"La falta de información es una de las razones por las cuales no hay centros de estudiantes en algunas escuelas"
Franco Luna, de la Escuela Comercio, señaló que "estoy hace cuatro años en el centro de estudiantes y soy presidente hace dos. Después de la dictadura los jóvenes no se animaban a tener centro de estudiantes. La Comercio 1º fue una de las primeras escuelas que se animó a volver a tener centro de estudiantes, a participar".

"La nueva norma del CGE reglamenta más que nada el funcionamiento, porque ya estaba contemplado en la ley del 2013. Es para obligar a los rectores y directivos a que cumplan con todo. En nuestra escuela hubo conflicto en cuanto a si dejaban participar a los estudiantes y si nos dejaban hacer actividades como centro de estudiantes", agregó.

Asimismo, indicó que "la falta de información es una de las razones por las cuales no hay centros de estudiantes en algunas escuelas. A veces ni siquiera se enteran de que pueden formar centro de estudiantes".

"Si hablamos de lo diario lo que más se trata es el conflicto con los profesores. O pasa que hay tres exámenes juntos, o acusan a alguien por algo que no hizo y nosotros vamos a intermediar. La cuestión pedagógica es algo de lo cual el centro de estudiantes tiene que estar interesado. Si los chicos se pelearon hay que preguntar qué sucedió, qué decisiones tomó la rectoría", resaltó.

"En mi escuela ha habido casos tremendos por el nivel de violencia. Puede empezar como cyberbullying y terminan en pelea con chicos heridos. En esos casos se evalúa la situación: que los chicos se cambien de curso, de turno o se le pide el paso de institución. Votábamos sobre eso. Se llamó a los padres y se hace un acuerdo. En ese caso puntual que tuvimos dos padres aceptaron el pase y otro no, y lo cambiaron de turno", remarcó.

Además, manifestó que "si vos tenés que salir a mediar en algún conflicto se le pide autorización al profesor. Hay casos en los que voy a buscar a un chico porque tenemos una reunión y el profesor me dice que el chico estuvo flojo en el trimestre y no lo deja salir del aula".
"Conformar un centro de estudiantes no es sólo positivo para los estudiantes, sino para toda la comunidad educativa"
María Fernanda Romero Carranza, desde la Coordinación de Organizaciones Estudiantiles de la Secretaría de la Juventud, aseveró: "La ley permitió universalizar algo que quizá se daba en algunas escuelas aisladas, pero no era un derecho conquistado por los estudiantes. Cuando sale la ley permite acortar esa discrecionalidad. Ahora, no es algo que el directivo va a conceder por buena voluntad, sino que hay una normativa que lo establece y es un derecho de los estudiantes".

"Como todo derecho hay que construir ese ejercicio ciudadano de adoptarlo. La normativa del CGE viene a respaldar la ley, no dice algo distinto, pero es importante saber que le da fuerza, como una normativa interna. Hay escuelas que son de la Uader, la Uader trabaja mucho con sus centros de estudiantes, y es importante", dijo.

Del mismo modo afirmó que "desde la Secretaría de la Juventud trabajamos en distintos talleres y acompañamiento. Sacamos un programa concreto que apoya a centros de estudiantes y generando inquietud en los estudiantes y directivos".

Anualmente, afirmó, "las comisiones directivas deben renovarse. Si hay casos en que los directivos se resisten un poco más y para eso estamos nosotros, acompañando ese proceso. Y hay otros casos en que la los jóvenes les cuesta un poco más conformarse en centros de estudiantes. Es diverso".

"La conformación de un centro de estudiantes no es sólo positivo para los estudiantes, sino también que es positivo para toda la comunidad educativa, porque un estudiantes que se siente parte de su institución la va a cuidar más, va a estar dispuesto a incorporar conceptos. Muchas veces los rectores encuentran una voz que antes, quizá quedaba dispersa y muchas veces los centros de estudiantes ayudan a resolver conflictos", puso relevancia Romero Carranza.

Asimismo afirmó: "Las instituciones se van transformando, van adoptando herramientas, mucho más lento que lo que la realidad necesita y son los centros de estudiantes, de la mano de los jóvenes que son los protagonistas, los que nos van señalando las necesidades y las posibles respuestas, son una voz importante que hay que tenerla en cuenta, porque ahora la ley lo obliga".

Las escuelas, apuntó, "tienen realidades muy distintas. En el caso de la Secretaría de la Juventud de la que formo parte, tenemos el programa que se llama 'Elegimos participar'. Este es el segundo año de ejecución de ese programa y observamos como la demanda de los estudiantes es muy diversa. Hay una escuela que presentó un proyecto, por ejemplo, para comprar un bicicletero porque es la realidad que se da en esa localidad que los chicos van en bicicletas. Y no es para ellos, por ejemplo el tema del boleto estudiantil. Por eso me parece oportuno observar que lo acuerdos de convivencia, los talleres, los programas que hay, son herramientas, en cada escuela se van utilizando de acuerdo a la necesidad concreta y están en construcción. Es importante resaltar la autonomía de la institución para trabajar en los temas que esa institución considera que son importantes y cuáles son secundarios".
"Las familias deben valorar el rol que tiene el centro de estudiantes. Nos lleva a un aprendizaje"
Agustina Cali Yzet, alumna de la Escuela Siglo XXI indicó: "Este año empecé a formar parte del centro de estudiantes, soy secretaria general. Me cambié de escuela hace algunos años, en esa institución anterior que es la San José Obrero, participé desde el principio, los chicos más grandes nos impulsaron a participar, a que nos copemos por algo para todos. En la Siglo le dan mucha importancia al centro de estudiantes".

"En otras escuelas pasa que muchas veces los directivos no alientan a que haya centros de estudiantes en las instituciones porque tienen miedo el peso que pueden llegar a tener respecto a la voz de los alumnos", resaltó.

El centro de estudiantes "suele intervenir con temas como el uniforme, la tintura en el pelo, cosas que no se te permiten por el acuerdo de convivencia. El Centro empuja y empuja en ese sentido, y a veces, resulta complicado".

La joven destacó que debe haber "un incentivo de los alumnos mayores" para participar en el centro de estudiantes. "Desde ahí, vos decís 'esto me gusta' y te sumás a conquistar más cosas y nos aporten como estudiantes".

"El Centro de estudiantes lleva a un aprendizaje, no es solo estudiar, sentarse en el aula, creo también que desde los padres, desde las familias, deben valorar este rol que tiene el centro de estudiantes. Nos lleva a un aprendizaje", destacó.

La joven contó la experiencia de su escuela en la que "a comienzo de año se hace una asamblea, donde entre estudiantes y docentes, leemos el código de convivencia del año anterior, lo discutimos y se acuerda entre todos si se quiere agregar algo. Es bastante democrático".

El código de convivencia está "bastante completo al día de hoy".
"Se hace una jornada en la escuela donde se debate qué es lo que queremos respecto del acuerdo de convivencia"
Camila Martínez, desde la Escuela Sarmiento, manifestó: "El Centro de Estudiantes puede actuar de muchas maneras, pero respecto de los códigos de convivencia, también se puede intervenir. Entre alumnos, profesores y directivos acordamos que se puede venir con el pelo teñido y demás. En el nuestro sí se puede".

"Si bien hay excepciones en que hay cursos en que no quieren participar del centro de estudiantes, y hay que andar persiguiéndolos para que elijan a sus delegados, en otros casos no ocurre. Es importante que haya delegados en los cursos, porque en las asambleas se tratan temas importantes que abarcan a todos los chicos. Cada delegado y subdelegado representa a cada uno de los cursos, porque es difícil que el presidente vaya curso por curso para ver qué piensa cada uno de los alumnos. Es un trabajo en equipo, los delegados van a las asambleas, los representan y luego les informan al resto de los alumnos", resaltó.

La joven contó que en las escuelas se ve "bastante" casos de violencia. Si bien no quiso dar el nombre de la escuela, manifestó que "en la que concurre mi hermano, hubo un chico apuñalado el año pasado y a los chicos les dijeron que se había cortado el agua, para poder sacarlo a ese chico de la escuela; si no hubiese sido por una noticia que vieron un par de padres, la institución no iba a decir nada. En las escuelas de barrio suelen ocultar esos hechos".

La chica entendió que "no hay mucho de tratar el tema de la violencia en las escuelas". Dijo que cuando ocurre algún caso "se cambia de turno al chico y salvo que desde el centro de estudiantes se intervenga, con talleres o hablando con los psicólogos o psicopedagogos de la institución".

Respecto del acuerdo de convivencia en la Escuela Sarmiento, la joven manifestó que desde este año se comenzó a implementar que "los psicólogos van curso por curso, se llevan afiches, se hace una jornada en donde se debate qué es lo que queremos. Y luego el Consejo institucional lo charla a eso y lo llegan a cambiar".

Dijo asimismo que en la experiencia de su escuela "no hay mucho que cambiar. Es bastante diverso, se puede ir tatuados, con piercing, se deben poner una curita por una cuestión de seguridad, pueden asistir con el cabello teñido, incluso de varios colores. El acuerdo en sí no se centra en la apariencia. Con el tema de los teléfonos, también hay flexibilidad, porque se usa como una herramienta para aprender".

El conflicto, añadió, "generalmente en los cursos superiores es por el tema del mate; solamente sexto año puede tener el mate en el curso, el resto no, por lo que es lo que más se debate. Le voy a pedir la explicación al rector porque nunca nos dan el porqué de esta decisión".


Camila Martínez resaltó que desde el centro de estudiantes de su escuela, "se trata mucho de hacer talleres, jornadas, pero es una lástima que en la mayor cantidad de escuelas de Paraná no se cumpla esta ley, porque no hay talleres de ESI, se da en biología en cuarto año y solo abarca método anticonceptivos. Sé que en la escuela Sarmiento los docentes se estaban capacitando y que se estaba en proceso de armar un taller con varias jornadas al año, pero es un caso particular desde nuestra escuela".
La opinión de los panelistas
El periodista Sebastián Martínez, indicó que "hay personas de generaciones más lejanas a las etapas escolares que miran con cierta desconfianza a los centros de estudiantes y dicen que a la escuela se iba a estudiar".

El panelista Mariano Kohan, manifestó que "en la Noche de los Lápices se dio el asesinato de estudiantes secundarios que pedían por un boleto estudiantil gratuito. En 2013 salió una ley para acompañar a los centros de estudiantes".

El periodista Javier Aragón, resaltó que "la historia misma de los hechos más trágicos de la Argentina tienen como protagonistas a los jóvenes, a los estudiantes que salieron a luchar por las reivindicaciones".

El conductor del programa, Lalo Foncea aseveró: "Si esta ley habla de la obligatoriedad y una escuela no tiene su centro de estudiantes, ¿cómo se implementa?, porque una cosa es garantizar que los directivos no puedan impedir que se conforme el centro de estudiantes, y otra cosa es cómo crearlos cuando los chicos a veces no están al tanto de esa ley".

La periodista Luz Alcain resaltó: " Los centros de estudiantes empezaron a normalizarse en las secundarias después de la llegada de la democracia". En tanto, indicó: "La ley, desde 2013 impone al directivo de una escuela, donde no hay centros de estudiantes, marcando plazos para que se pongan en funcionamiento".

La periodista Ana Tepsich relató: "En nuestra generación, por lo menos en la mía, no había centro de estudiantes en el secundario, los centros de estudiantes estaban en la universidad".
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