Sociedad Es la principal distracción

Hacen más multas por el uso del celular al volante en Buenos Aires

La mitad de los conductores admite que lo usa cuando maneja. Es el resultado de una encuesta privada. Además, las infracciones crecieron un 56% y también hay más automovilistas que hablan o mandan mensajes en las esquinas.
Chocar contra cuatro autos estacionados y luego volcar, en Santa Fe y Bulnes. O terminar sobre las vías del Premetro, en Lugano, y quedar encajado entre los rieles y el guardarrail. O cruzar con semáforo en rojo, en esquinas de toda la Ciudad. Son algunas de las cosas que pueden ocurrir -y efectivamente sucedieron- cuando se usa el celular mientras se conduce. Una infracción en la que la mitad de los porteños admite incurrir, según un relevamiento privado. Y uno de los motivos de multa más comunes, de acuerdo a datos oficiales, que indican que los conductores están cada vez más pendientes de su teléfono que de que lo que pasa en su entorno.

Es que, a lo largo de 2018, los automovilistas usaron el celular al conducir en un 14,7% de los casos, casi 3% más que en 2017. En utilitarios y pick ups, ese índice se duplicó respecto de 2016 (19,6% contra 9%). Así lo revela el último informe de la Secretaría de Transporte porteña, elaborado por el Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad. Además, determina que es la principal distracción de los conductores.
Pero eso no es todo: según el estudio, dos de cada diez automovilistas se distraen al volante, un 3,2% más que en el año anterior, y la causa más frecuente es hablar, escribir o leer en el celular. El problema se agrava en los días hábiles y a bordo de vehículos de uso comercial. Los motociclistas tampoco se quedan atrás: su motivo de distracción más frecuente también es el manejo del teléfono (10,5%), que entre ellos aumentó seis puntos en relación a 2017.

La información del estudio se relevó a través de la observación directa de 6.200 casos de autos y utilitarios, y 2.500 de motos, en 45 esquinas de la Ciudad, muchas de ellas de alta circulación, como el cruce de las avenidas Libertador y Pueyrredón, o el de Alvarez Thomas y Forest. Los datos van de la mano con los de infracciones: durante 2018, hubo un 56% más de multas que en 2017 por usar el teléfono al manejar. Es la cuarta falta más repetida, cuesta $ 2.140 y se duplica a $ 4.280 si el teléfono se usa para enviar mensajes de texto, publicó Clarín.

"Creemos que el celular se usa incluso más que lo que arroja nuestro relevamiento, porque examinamos el comportamiento de los conductores sólo cuando están detenidos en el semáforo, no durante todo el viaje -aclara Adriana Jakovcevic, gerenta operativa del Observatorio-. Por eso, las encuestas dan índices aún más altos: muchos reconocen que en algún momento del viaje llamaron o mandaron mensajes de texto, aunque no deberían hacerlo nunca".
Distracción al volante por el uso de celular
Y cuando dice nunca quiere decir ni siquiera cuando el auto está detenido en un semáforo. Es que la Ley Nacional de Tránsito, la Nº 24.449, lo prohíbe expresamente en su artículo 48, porque los teléfonos son una distracción en todo momento. E incluso aunque sea en modo "manos libres". "Conducir y hablar por celular hacen trabajar la misma parte del cerebro. El hecho de tener la mano desocupada no quiere decir que no pierdas capacidad de atención", analiza Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM).

A su vez, "mientras se habla por teléfono, aunque sea manos libres, no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta entre medio y dos segundos", advierten por su parte desde la asociación Luchemos por la Vida.
Es por eso que el 54,3% de los porteños que afirmaron en una encuesta usar Bluetooth o manos libres "para mitigar el peligro del uso del celular en el auto", en realidad no están mitigando mucho. Incluso, un 47,14% admite que suele hablar por teléfono sosteniéndolo con su propia mano. Las cifras son de un sondeo elaborado por Movistar y el fabricante de productos de seguridad vial Gonvarri Industries.

Desde luego, es mucho peor cuando se lee un mensaje de texto, porque además de la atención, se desvía la mirada. Y esto es algo que dice hacer el 54,29% de los encuestados. Escribir, más grave aún, es una imprudencia admitida por el 40% de los consultados. "A 130 kilómetros por hora, que es la máxima en una autopista, se recorren 36 metros por segundo. Si bajás la mirada para apretar tres teclas, demorás tres segundos", calcula Pons, y lanza una preocupante comprobación: "Así terminás recorriendo más de una cuadra sin mirar".

Este peligro puede ser mayor del que se cree: en relativamente pocos casos se le echa la culpa al uso del celular por un choque. No porque no la tenga, sino porque es difícil de comprobar. "Cuando hacés análisis de siniestros graves o fatales, reconstruir la distracción es más complicado. Hay mecanismos más desarrollados para determinar la velocidad a la que venía un vehículo, pero no para comprobar si quien conducía se distrajo", explica Jakovcevic.
Los mecanismos que sí se desarrollan cada vez más, en cambio, son los que asocian celulares y autos a través de la tecnología. "La industria automotriz suma año a año mayor conectividad: redes Bluetooth, pantallas, conectores USB para recargar la batería del teléfono. Por un lado se pregona la concientización y, por el otro, el público pide más conexiones a bordo". Una contradicción que, por ahora, está más cerca de profundizarse que de resolverse, para peligro de conductores, ciclistas y peatones.
En todo el país
A nivel nacional, el uso de celular al volante creció un 27% en dos años, según el último informe publicado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. El dato surge de un estudio de observación que se realizó en semáforos en 230 puntos del país. La metodología es la misma que usa el Observatorio porteño, es decir, se verifica en esquinas en donde los vehículos observados están detenidos.
En 2018 se detectó que el 9,4% de los conductores estaba usando su teléfono. En 2016, fue el 7,4%. La investigación concluyó que es el principal factor de distracción al volante, seguido por fumar (3,2%), comer (1,9%), manipular de objetos como el GPS o CDs (1,4%) y escuchar música con auriculares (1.2%).
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