El marine británico Andy Damstag, junto a su compañía, era punta de lanza del ataque a Monte Harriet el 11 de junio de 1982. Al igual que Héctor, tenía 18 años y pertenecía al 42 Comando de los Royal Marines.
La posición elevada que tuvo que atacar, era defendida por el Regimiento de Infantería 4 de Curuzú Cuatiá, en la cual se encontraba el enfermero militar, Héctor Pereyra de la misma edad.
En la batalla de Monte Harriet, Héctor fue herido en una de sus piernas por la esquirla de una granada británica, y fue tomado prisionero por Andy, quien le colocó su casco para protegerlo del bombardeo de la artillería argentina, mientras aún duraba la batalla.
Nunca más volvieron a verse, hasta que finalmente Andy lo contactó a través de las redes sociales y acordó devolverle el casco que atesoró durante 37 años, y fue su amuleto de la buena suerte, durante su carrera militar en la Armada Británica.
Hace unos días el marine, finalmente lo entregó en la Embajada de nuestro país en Gran Bretaña con sede en Londres, y ante de dárselo al embajador Carlos Sersale, Andy apoyó el casco en una larga mesa y le dio un beso de despedida, un gesto que sorprendió a Sersale y al personal presente. Al finalizar el inglés recibió una medalla en señal de amistad.
