El protagonista de esta historia había salido junto a su esposa y uno de sus perros hacia el lugar donde pastaban sus vacas.
En un determinado momento, el animal se fue en otra dirección y cuando Navarrete fue a buscarlo lo encontró peleando contra un puma. El hombre sacó su cuchillo e hirió al felino, el cual salió huyendo del lugar.
El individuo, decidido a darle muerte, siguió al puma y lo encontró tendido en el suelo. Sorpresivamente, este se abalanzó sobre Navarrete y se trenzaron en una lucha cuerpo a cuerpo en la que el felino murió pero el hombre mayor resultó malherido. Cuando la mujer llegó al hogar y vio que su marido no había llegado, le dio aviso a su hijo, el oficial de policía Miguel Navarrete. Pasada la medianoche emitió el alerta a la base policial de las inmediaciones y se montó un operativo para dar con el hombre.
El propio perro de Navarrete alertó a los rescatistas sobre dónde estaba su dueño. Lo hallaron deshidratado y con heridas en el rostro, cuero cabelludo, y antebrazo. Además tenía una fractura en la muñeca izquierda y se había hecho un torniquete para frenar el sangrado provocado por un zarpazo que le había cortado una vena.
El hombre fue trasladado al hospital de San Antonio y luego al de Valcheta, donde continúa con su recuperación.