Este lunes se inauguró el monumento que servirá para recordar la fidelidad de ese perro que se transformó en leyenda y que murió en febrero de 2018, en el mismo camposanto al que había llegado 11 años antes. Nadie, nunca, pudo explicarse cómo halló el sitio en el que habia sido sepultado su dueño, y en el que se quedó de guardián hasta su propía muerte.
Marta Clot es la florista del cementerio que recibió a Capitán aquel enero de 2007 cuando llegó al lugar con una pata fracturada.
Cuando se inauguró el monumento, Marta abrió los brazos y miró al cielo para decir: "Lo logramos". El autor de la obra escultórica fue Enrique López D´Franza, que ganó el concurso propuesto por el municipio local.
"Por suerte los restos de Capitán van a descansar donde tenían que estar", dijo Elizabeth Caserta, de la proteccionista FUPA, una de las personas que cuidó del perro hasta el día de su muerte.
Junto al monumento están desde hoy las cenizas del perro cuya historia recorrió el mundo.