Sociedad El auto incrustado bajo un acoplado

"El milagro" de los asientos: Qué salvó a sobrevivientes de tremendo accidente

"Dios estuvo con nosotros", coincidieron los jóvenes que se recuperan del tremendo accidente registrado el jueves sobre la Autovía Artigas. Pero un detalle en los asientos del vehículo los salvó de "ser descuartizados".
Alan Mesitrano y Celina Lanaro se recuperan tras el tremendo accidente que sufrieron cuando el automóvil Corsa Clasic en el que viajaban a Concordia, terminó incrustado debajo del acopado de un camión que se atravesó sobre el kilómetro 321 de la Autovía Gral. Artigas.

Los jóvenes están en pareja hace seis años y estudian odontología en Corrientes Capital. El pasado jueves 11, en horas de la noche, regresaban a casa cuando la imprudente maniobra de un camionero, por poco les cuesta la vida.

"Por el golpe que tuve en la cabeza perdí el conocimiento, mi novia me despertó y me ayudó a salir por la puerta de la derecha, porque por mi lado no se podía", relató el joven. "La verdad es que no entiendo cómo se fueron los asientos para atrás y nunca lo voy a entender porque no hay lógica.. Fue un milagro, eso nos salvó de no descuartizados", reconoció Alan.

"Escuchábamos a una señora que fue la que luego nos ayudó y prestó el teléfono para llamar a casa, que le decía al marido `no, no quiero ver eso´. Claro, ellos pensaban que estábamos aplastados o muy mal y no quería mirar.. pero nosotros salimos caminando", relataron entre los dos.
"El milagro" de los asientos
Ante la consulta sobre si tuvieron tiempo de agacharse cuando iban directo al acoplado del camión, los jóvenes rememoraron que no fue así. "No nos agachamos ni nada, los asientos se hicieron hacia atrás y algo nos pasó por encima -coincidieron. Por como fue el choque suponemos que fue el acoplado del camión, que por los cálculos, pasó a la altura del tablero del Corsa".

"El milagro de los asientos fue lo que nos salvó, no te puedo explicar cómo, pero se fueron para atrás, se quebraron los dos juntos totalmente hacia atrás y nosotros habremos quedado en ese mínimo espacio que quedaba", reflexionó Alan.
"Dios estuvo con nosotros"
"Yo oré desde que salimos del auto, recuerdo imágenes, lo miraba a él, a mi perrita caniche en brazos, buscaba a Sasha (su otra perra que huyó) y pedía.. no dejé de orar nunca, acá en el hospital con mi mamá también volvimos a rezar juntas", aseguró Celina.
Y continuó: "A mí nadie me va a sacar esa sensación que sentí, algo me dio las fuerzas para despertarlo, algo nos tiró los asientos para atrás. Ese no era nuestro momento.. yo estaba descalza, recuerdo que abracé fuerte a mi caniche y como pude me coloqué las Crocs, cuando metí los pies y estaban llenas de vidrio, pero me las puse como pude.. se me clavaban los vidrios y empecé a salir, lo ayude a él y nos fuimos caminando".
Luego de que sus padres visitaron la escena del accidente y analizaron el automóvil, sumado a lo que pueden recordar, concluyeron: "El camión nos pasaba a la altura del tablero del auto, eso nos daba en el pecho, si no se iban los asientos hacia atrás nos cortaba al medio".
Agradecidos
"Estamos muy agradecidos a los médicos, la gente de la ambulancia, nos trataron muy bien, se ocuparon de nosotros mientras estuvimos solos (se refieren al hospital de Chajarí), nos acompañaron", destacaron los jóvenes.

"Me estaban sacando un vidrio del pie y escuché la voz de mi papá.. Era lo que necesitaba. Agradecidos a la señora que nos prestó el teléfono para llamar a mamá, encima no teníamos celulares y no recordábamos los números, llamé mil veces al fijo hasta que atendieron y así pudimos avisar", relató el joven que hace un año que hace el mismo camino y que jamás se hubieran imaginado una cosa así.
Sobre el camionero
Se recordará que tras haber quedado demorado en la comisaría primera de Chajarí, el conductor del Scania que desencadenó el siniestro, recuperó la libertad. Se trataba de un ciudadano de nacionalidad paraguaya e identificado como Ramón Giménez Valenzuela.

Los jóvenes confirmaron que las familias iniciarán acciones legales en contra de la empresa de transporte. "Él cruzó por un camino clandestino y semejante camión lo atravesó de punta a punta en el carril contrario.. según lo que dijo se le había apagado porque las ruedas se habían trabado y tarda en volver a prender, pero algo tendría que haber hecho, para esas cosas supongo que es obligatorio tener balizas portátiles, una linterna algo", apuntó Alan.

"Si veíamos una luz nosotros íbamos a frenar o bajar la velocidad, aparte ni siquiera vino a ayudarnos a salir del auto como cualquier ser humano hubiera hecho", reprochó. (El Heraldo)
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