El exagerado castigo salió a la luz cuando una vecina, por casualidad, pasó por el frente de la vivienda y a través de la ventana vio al chico maniatado con precintos de plástico. Tras hacer la denuncia, los efectivos rescataron al menor y se llevaron detenida a su madre.
Al ser interrogada en la comisaría, la mujer explicó que tenía que salir a trabajar y como su hijo tenía "problemas de conducta", no le quedaba otra alternativa que dejarlo atado. Ahora, fuentes cercanas a la causa informaron a la agencia Télam que se está investigando desde cuándo ocurría esto y si lo hacía cada vez que se iba a su trabajo.
El hijo de la mujer detenida fue desatado y entregado a su abuela, que vive en la misma casa que ellos. La investigación quedó a cargo del fiscal Bruno Carchiri.