Sociedad En sólo siete años

Se triplicó el consumo de alcohol y marihuana en adolescentes: Hay preocupación

Son datos de Sedronar. Además, hay 2.299.598 nuevos consumidores de alcohol en el último año de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes. Los especialistas advierten sobre la naturalización del consumo de los chicos.
Según estudios de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) realizados en el 2017, el consumo de sustancias ilícitas y abuso de alcohol en la población entre 12 y 17 años se triplicó con relación a 2010.

Así, en el 2010, 1 de cada 100 niños y adolescentes consumió marihuana. En tanto, en el 2017 lo hicieron 3 de cada 100. "Si bien consumir no implica ser adicto una de las frases más escuchadas cuando inician tratamiento es: ´cuando empecé a consumir nunca imaginé que iba a quedar pegado´", le cuenta a Clarín la psicóloga Andrea Douer, Directora de la Asociación Civil Grupo Diez, institución que se dedica a la asistencia y prevención de las adicciones.
Esa institución reveló, además, que el 49% de las personas consultan 10 años después de haber iniciado el consumo; el 43%, de 2 a 10; y el 8% menos de 2.
Arrancan en la adolescencia
El dato es relevante, por el efecto que produce el consumo de drogas y alcohol a edades tempranas. "La adolescencia (período que se extiende poco más allá de la segunda década) se caracteriza por cambios profundos a nivel emocional, social y madurativo de los órganos, incluido el cerebro. El consumo de alcohol y marihuana, durante esta etapa, daña al cerebro, precisamente, por no haber concluido su maduración", explica a Clarín la psiquiatra María Cristina Brió, jefa a cargo del Centro de Salud Mental N° 1 Hugo Rosarios (CESAM N 1).
Según datos de 2017, el abuso de alcohol de niños y adolescentes que consumieron alcohol en el último mes de la investigación, 1 de cada 2 lo hizo de forma abusiva (más de 5 vasos). Además, hay 2.299.598 nuevos consumidores de alcohol en el último año de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes.
Algunos efectos
Algunos efectos del consumo de sustancias o alcohol durante la adolescencia. Según los estudios Neurotherapeuthics en 2015 y Current Psychiatry Rep un año después, entre otros.

Déficit en la memoria y atención
Déficit en las habilidades espaciales
Déficit en la velocidad de procesamiento de la información
Déficit en la función ejecutiva que involucra aspectos tan importantes como la organización, planificación de una tarea, autocontrol y memoria de trabajo.
Reducir el daño
"Estos efectos, cuando son pronunciados, provocan fracasos escolares y dificultades en la relación con el otro por la inadecuada regulación de las emociones", dice Douer y resalta la responsabilidad que compartimos profesionales de la salud, padres, madres, comunicadores, la sociedad en su conjunto: "Lo ideal sería que no hubiera consumo, pero existe (hoy trabajamos la reducción del daño) cuanto más se retrase el consumo de sustancias en los adolescentes, menos riesgos y posibilidades de generar adicciones y alterar el normal desarrollo cerebral", enfatiza.
Causas que podrían generar adicción
Según Douer las causas que podrían generan adicción son múltiples, y varían según el caso: "Lo familiar tiene que ver con la naturalización y banalización de los adultos que, de alguna manera, habilitan el consumo de alcohol y marihuana. Hay padres que facilitan las previas (encuentros para tomar o fumar antes de ir a bailar), dicen preferir que sus hijos consuman en casa (no en la calle) buena calidad de alcohol, por ejemplo", dijo.
"Otra causal son los modelos identificatorios: el adolescente observa que los adultos inhiben dolores o insomnio con pastillas (sin prescripción médica). Lo social se advierte en la relación del consumo con el bienestar que sugieren las publicidades, como si el consumo pudiera brindar felicidad. Finalmente, lo más importante, lo individual: el adolescente se siente vulnerable; entonces, si encuentra algo que, mágicamente, le dé seguridad es posible que lo utilice como bastón para afrontar aquello que no puede resolver con recursos propios", afirmó.
Indicadores
Algunos elementos que podrían señalar que nuestro hijo o hija consume. Según la psicóloga Andrea Douer:

Cambio de grupos de amigos;
Cambio de intereses;
Dificultades en el rendimiento escolar;
Alteraciones del sueño;
Falta de objetos del hogar (se necesita dinero para comprar sustancias o alcohol).
Qué hacer frente a la alarma
Ante la sospecha, se aconseja dialogar sin juzgar. Indagar cuándo y porqué consumen. Comprender que no lo hacen para lastimar a los familiares; el consumo es una alarma que denota problemas. En caso de descubrir que hace falta ayuda, es importante recurrir a la asistencia profesional.

Douer recuerda una sesión de hace pocos días, "¿Por qué la planta de marihuana tiene tanto poder sobre mí?", se preguntaba la paciente. "El que tiene instalada la adicción ubica afuera un poder que no encuentra en sí mismo. Es nuestra responsabilidad trabajar para que nuestros adolescentes recuperen sus dones y talentos. El arte, el deporte, la creatividad son propuestas interesantes ya que buscan la interioridad, un momento de pausa para sentir, saber quiénes somos, y reflexionar; luego actuar o producir. Ofrecer estos caminos es hacer prevención". Concluye: "No cualquiera que consume se transforma en adicto pero, tomando en cuenta cuánto afecta, es fundamental la toma de conciencia de los adultos para ofrecer alternativas que alejen a nuestros jóvenes de las drogas y el alcohol". Fuente: (Clarín).-
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