Sociedad En El Ventilador

La mujer: miradas sobre logros y desafíos

Desde hace algunos años el cuestionamiento sobre su rol y la búsqueda de la igualdad con los hombres ha pasado a ocupar un lugar central en el debate. ¿Cuáles son las prioridades de la mujer? El tema, abordado en El Ventilador.
Temáticas como la erradicación de todo tipo de violencia, la discusión en torno a la intervención voluntaria del embarazo, la equiparación de salarios entre mujeres y varones, la ley por la igualdad en la ocupación de cargos electivos, entre otros temas, irrumpieron en la opinión pública.

Durante mucho tiempo el rol de la mujer estuvo relacionado casi exclusivamente a la maternidad y al hogar. De hecho, no hace más de un siglo que pudieron salir de sus casas para ir a trabajar y en Argentina, por ejemplo, recién hace menos de 70 años fue posible el voto femenino. Pero a pesar de que el tiempo pasó y el mundo fue cambiando, existen todavía algunas prácticas que sostienen la diferencia histórica entre varones y mujeres.

¿Esas desigualdades son consideradas así por todos? ¿En qué términos podemos plantear esa equiparación y en cuales es posible sostener la diferencia?
Los interrogantes, no libres de polémica, ocupan hoy cada vez más espacios en la agenda política y social de nuestras comunidades y atraviesan a distintas generaciones de mujeres y hombres de todos los sectores sociales.

Pero vale preguntarnos: ¿qué ocurre hoy con quienes eligen ocupaciones consideradas masculinas históricamente? ¿Les cuesta todavía imponerse frente a los hombres o son respetadas de igual forma?

Y hoy, en tiempos de campaña electoral, candidaturas y feminismo: ¿Se marginó el lugar de la mujer al mínimo que establece la ley o se le dio más cabida? ¿Y cuál es el escenario que enfrenta la comunidad trans o de sexualidades diversas?

Vale aquí preguntarnos: ¿Qué es ser feminista? ¿Cuáles son las prioridades de la mujer hoy? A cuántas identifica y representa medidas como el paro de mujeres convocado para este 8 de marzo?
"Si el profesional ve una situación de violencia el compromiso que tiene es de denunciar"
Lía Ramírez, Licenciada en Obstetricia, señaló que "el trabajo de la partera es la dedicación exclusiva de la mujer. Trabajamos con mujeres, estudiamos entre mujeres y constantemente estamos en contacto piel a piel con lo femenino. Hoy estamos con las consejerías de salud sexual, en la lucha de los derechos por las mujeres en la salud. El trabajo de la obstetra en el área privada tiene que ver con el acompañamiento del parto, estamos en la etapa de lactancia, en la preparación de la familia, es constante el contacto con la mujer".

Contó que "este jueves, conjuntamente con el Programa de Salud Sexual y Reproductiva, fue la colocación de los implantes subdérmicos, son anticonceptivos. El slogan fue `ponete el chip´ porque es coloquialmente llamado así por la gente. Se hace en el consultorio, con anestesia local, se coloca automáticamente y no necesita corte ni nada. Es como una inyección y se coloca debajo de la piel, dura tres años".

"Hemos notado el retraso en la maternidad de las mujeres. En Argentina más del 60% de los universitarios son mujeres pero sabemos que a los cargos jerárquicos en su mayoría los ocupan los hombres", agregó.

Asimismo, dijo que "en el curso de maternidad se empezó a incluir la maternidad y paternidad. Hay que hacer que los dos participen, que sepan cómo es el tema, se incluye más al hombre, lo preparamos. Es real que el niño depende de la madre y ese vínculo es muy fuerte, pero también somos mamás profesionales".

"Semanas atrás estuvimos en una charla organizada en una casa particular en un barrio. El tema del taller que dábamos era sobre violencia de género. En el taller salen muchas cosas, les brindamos herramientas. Hay mujeres que no sabían que tal o cual actitud es violencia. El despertar debe darse también en los profesionales si ven que una mujer necesita ayuda, si dice que fue golpeada. Es un compromiso con la gente. Hay que denunciar", resaltó.

"La edad promedio de vida de los trans es 35 años por la vida que llevan. Cuando no tienen el privilegio de poder estudiar, trabajar, están en la lucha. El acceso a la salud por ahora sigue siendo exclusivo. Si no tienen el cambio de identidad les choca. Tienen que lamentablemente vivir y comer y no consiguen trabajo", comentó.

Además, dijo que "hago consejería en interrupción voluntaria del embarazo. Viene una mujer de 15 años y me dice que está embarazada, me trae los test. Lo primero que hago es preguntarle si es buscado, qué proyecto de vida tiene, tomarse un tiempo, tiene que ver con la empatía. Le decimos que existe el protocolo de interrupción legal y ahí la mujer decide".
"Hay voces que han sido segregadas y la única forma de ser escuchadas es gritando"
Leticia Costa, Psicóloga, remarcó que "hace un siglo las mujeres estamos despertando, hemos salido del terreno de la intimidad hacia el terreno de lo público. Hay una forma de liderar que tiene que ver con un estilo que se basa en el cuidado. Las mujeres estamos acostumbradas a cuidar, porque tenemos una condición biológica que hace que sepamos cuidar. Ese nuevo liderazgo y empoderamiento que está pasando en este momento, hace que sea necesario también en esta lógica de la competitividad que empiece a notarse una idea de colaboración entre las mujeres. Se empezaron a concebir los espacios de poder de otra manera. Estamos en proceso de igualación".

"Venimos de una historia, de un proceso, estamos despertando hacia procesos de igualación de poder empezar a concebir el poder de otra manera donde la colaboración es lo que prima. Venimos de una sociedad patriarcal, esto nos ha marcado, hemos estado muy dormidas y nos estamos empoderando en otro tipo de liderazgo que no es el masculino", agregó.

"No podemos relacionar siempre a la mujer con la madre. Ser mujer es una posición, ser madre es un estado dentro de esa posición. Algunas eligen ser madres, otras no. Hay un grave riesgo que es masculinizarnos para acceder a lugares de poder. Las mujeres tenemos un estilo de liderazgo, un estilo en tomar las decisiones que tienen que ver con la sensibilidad, con cierta intuición, que es lo que está despertando", manifestó.

Explicó que "para deconstruir un objeto hay que poder amarlo y percibirlo. Como profesionales tenemos que estar al tanto de las líneas de derecho en las cuales hemos crecido. Hay un grupo vulnerable que tiene que ver con las mujeres y los niños. Tenemos que saber deconstruir el modelo médico hegemónico, que fue diseñado por hombres, para poder asistir a estas nuevas necesidades que tienen que ver con la construcción de nuevas identidades".

"La voz de las mujeres está constituida por muchas voces. Hay voces que han sido segregadas y la única forma de ser escuchadas es gritando", finalizó.
"Las mujeres debemos tener las mismas oportunidades que los hombres en toda la toma de decisiones del abanico de posibilidades que hay"
Stefanía Cora, Concejal de Paraná, dijo que "en los nuevos encuentros que se dan dentro de la Asamblea lo distintivo es que es profundamente colectivo. Es una lógica completamente distinta a la que se venía llevando adelante en la política. Decidir encontrarnos en una asamblea de iguales, con todas las diferencias que tenemos, con todo lo que no nos entendemos y decir que estamos entendiendo primero que nuestro lugar es más importante en esta disputa y discusión, pero ese lugar es colectivo. Por eso muchos hombres no lo quieren entender, porque sería discutir el lugar de hegemonía. Aún hay resistencia en la política, en lo sindical, en todos los ámbitos".

"No existe una condición biológica que dice que estamos hechas para cuidar. Eso se construye bajo el basamento de que tenemos que estar dentro de nuestra casa haciendo las tareas de cuidado. Eso es lo que lleva adelante el proceso de explotación de las mujeres. Según la Organización Mundial del Trabajo las mujeres estamos 6.3 horas en la casa llevando adelante tareas hogareñas mientras que los hombres solo 3. En esa diferencia de 3 horas los hombres están afuera produciendo capital", señaló.

Además, señaló que "creo que lo que vino a plantear esta generación es que las mujeres podemos ser profundamente libres en la toma de decisiones en nuestra vida. El objetivo es que las mujeres podamos tener las mismas oportunidades que los hombres en toda la toma de decisiones del abanico de posibilidades que hay. Hay que tener un estado acompañando con la decisión política. La decisión debe ser libre, no una imposición cultural".

"En Paraná tenemos un proyecto que hemos presentado para el cupo laboral traba-trans. Necesitamos que este proyecto sea ordenanza este año. Lo presentamos a fines del año pasado y lo hemos trabajado y acá lo que se debate es la vida o la muerte. Se debate la posibilidad de vivir un poco más de 35 años, pero con calidad de vida. No tener posibilidades de alquilar porque no tenés trabajo, que el estado mire para otro lado, que la sociedad no se haga cargo y siga prejuzgando, marginando o consumiendo a las pibas, es una problemática de todas y todos", remarcó.

"Muchos de estos procesos en los cuales las mujeres salimos a la calle y nos encontramos, tienen que ver con romper el velo de dolores desgarradores. Muchas mujeres por primera vez se dieron cuenta de que en sus noviazgos fueron violadas, que su familia fue un nido de perversiones. Esto hace que las mujeres salgan a la calle desesperadas. Algunas mujeres organizamos ese dolor, lo transformamos en lucha, en conquista de derechos y en empatizar", explicó.
"Cuando quise alquilar tuve que justificar que no era prostituta"
Macarena Cornejo Militante trans y Jefa administrativa en el Iosper, manifestó que "hablar de lucha no es hablar totalmente de feminismo. En la Asamblea hay mujeres feministas y otras que no, pero son militantes por el solo hecho de ser mujeres. Hoy claramente hay líneas como la de la asamblea, que busca un movimiento de mujeres inclusivo. También hay un feminismo que plantea la lucha de sus derechos desde una postura que parte del hecho de que la búsqueda de estos derechos pertenecen únicamente a las mujeres biológicamente percibidas".

"Tuve que tener prácticas machistas para poder sostener mi espacio de trabajo. Tengo la satisfacción y alegría de decir que mi equipo administrativo está conformado todo por mujeres", indicó.

Asimismo, señaló que "antes era empleada, fueron tres años de trabajo, me formé en una temática que me gusta muchísimo, que es la discapacidad. Llegué a jefa por carrera administrativa. Cuando ingresé a la institución no tenía cambio de identidad pero sí se respetó mi identidad autopercibida. Era una chica trans sin el DNI".

"Mi realidad respecto a la que conocemos de las mujeres trans es muy diferente, somos muy pocas las que tenemos estas posibilidades. Desde mi infancia vengo con una familia presente. Soy oriunda de Gualeguay y gracias a Dios hasta el día de hoy los tengo a mis viejos. Fuimos aprendiendo mutuamente, viviendo procesos paralelos. Me fui descubriendo y fui identificando cosas que en ese momento no se hablaban", indicó.

Recordó que "en mi infancia miraba televisión y aparecía Florencia de la V y en casa se cambiaba de canal. Había resistencia".

Contó que "hace cinco años me vine a vivir a Paraná. Tuve que justificar en la inmobiliaria que no era prostituta y con una certificación de servicio que realmente trabajaba en IOSPER porque no lo podían entender".

"Hace un tiempo fui a una charla sobre la carrera de Enfermería. Profesionales de la salud planteaban que en una institución un día les pasó que el problema era saber en qué cama ponían a una chica trans. No sabían si iba en el sector de hombres o en el de mujeres", relató.
"El cambio de paradigma del rol de la mujer ha permitido que muchas mujeres se animen a hablar"
Anabella Albornoz pertenece a Suma de Voluntades. Además de su trabajo solidario, es una mamá soltera y como tal, representativa de muchas otras. "Hubo un cambio de paradigma respecto del rol de la mujer. Tiene que ver con o colectivo, las mujeres se fueron encontrando y se dieron cuenta que no están solas. Trabajamos mucho en asentamientos informales donde las mujeres en los barrios están atravesadas por todas las injusticias, en educación, salud, cultura, y ahí se nota más la falencia. En el caso de los asentamientos es mucho más cruel todo, con esto no quiero decir que en otro sectores sociales, no se sienten las injusticias", aseveró.

"Creo que la semilla de la lucha está plantada, tenemos que trabajar muchos con los chicos. El cambio de paradigma del rol de la mujer ha permitido que muchas mujeres se animen a hablar. Nos pasó en una clase de alfabetización, que una mamá nos contó que a la nena de diez años le apagó cigarrillos en la cola porque se hacía caca. Después, empezando a profundizar en las charlas con ella, nos confió que desde los 5, hasta los 12 años, fue violada por el tío. No la quiero defender a ella, pero cuando uno conoce del amor, sólo se sabe manejar con amor; cuando uno es criado en un ámbito de violencia, solo conocés de violencia", relató. "Silvia se animó a hablar, llegamos tarde porque a ella le sacaron a todos sus hijos, pero ella no supo desenvolverse en la vida, de otra manera. Al animarse a hablar nos permitió trabajar con ella de otra manera, desde una perspectiva de derecho. Silvia, hoy adulta, fue niña y el Estado estuvo ausente", destacó.

Asimismo reflexionó: "Esta lucha de las mujeres deja en jaque la ausencia de las mujeres, porque los procedimientos siguen siendo engorrosos y dolorosos para aquellas personas que sufren violencia". Contó otra anécdota: "No hace mucho, una mujer de la cooperativa fue brutalmente golpeada, fue a la comisaría y no le tomaron la denuncia".

"Las políticas de Estado no se tienen que realizar a través de experiencias personales, sino más hacia lo colectivo", entendió y contó su experiencia personal: "Yo durante siete años hice tratamiento de fertilización, gastamos un montón. Tardamos en pagar los tratamientos, tres años más después de nacido mi hijo. A mi sensibiliza mucho esto porque yo llegué a barrio San Martín por esta experiencia particular de no poder ser madre. Necesitaba tener un hijo para sentirme completa. Es una elección poder ser madre, y para mí fue una gran lucha".

"Me involucro con mi acción y con los chicos, en parte por agradecimiento, porque cuando yo llegue al barrio dijo `éste es mi lugar y es con los chicos`", definió.
"Hoy aparece un modelo de liderazgo femenino, mucho más empático, más inclusivo"
La consultora Analía Varela opinó: "Lo que pasa hoy es que las mujeres también salimos a reunirnos. Es parte de un darse cuenta. Yo lo veo de otro lugar, pero se repite el modelo de alguna forma. Por ejemplo, en el mundo empresarial, hasta hace un tiempo, para liderar una empresa tenía que haber un modelo de liderazgo masculino. No es mejor ni peor. Hoy aparece un modelo de liderazgo femenino, mucho más empático, más inclusivo, que no lo tiene el liderazgo masculino, y de esto, las empresa se están empezando a dar cuenta que no es ni uno ni otro, son los dos. De esta manera revalora el espacio de la mujer, llevando adelante esos modelos de liderazgos diferentes".

Y respecto del ámbito de la política definió: "Cuando salimos a hacer encuestas, nos pasa que encontramos muchos más hombres con altos niveles de conocimiento e intención de votos, que mujeres, proporcionalmente, aun cuando en las reuniones sea más compartido, incluso concurren más mujeres a las reuniones". Enseguida agregó: "Creo que pasa porque la mujer todavía `está haciendo la política`. Hay que reinventarlo".
"Este momento actual es irruptivo, tiene que ver con que se han caído vendas"
La periodista Bibiana Artazcoz definió: "Toda nuestra lucha está signada por lograr más. Todas las mujeres de diferentes países hemos tenido en su historia, un momento de `decir basta` y de ir sobre logros que tienen que ver con la equidad".

"Este momento actual es irruptivo, tiene que ver con que se han caído vendas, tiene que ver con el colectivo de mujeres, con decir `este es mi cuerpo, nadie puede decidir por mí`", puso relevancia.

A su vez destacó: "Tengo un hijo varón, y pongo mucho cuidado en no criarlo como machista. Tengo que reformular mi educación para no trasmitirle esas cosas".

"Cuando yo ingresé al ámbito periodístico siempre trabajé rodeada de hombres. Ahora, cuando reflexionamos juntos sobre el rol de la mujer, yo tuve que empezar a tomar las estrategias masculinas para empezar a gestar un lugar equitativo a los hombres. Había mucha discusión, combatir las ideas; los hombres hacen corporación y yo me tenía que hacer el espacio", destacó.

En tanto, entendió que "la víctima está sola. No hay presupuestos destinados a abuso, no hay refugios, el botón antipánico no resulta, porque siempre llegamos tarde".
La opinión de los panelistas
El periodista Sebastián Martínez, dijo que "más allá del encuadre de la Asamblea y de la militancia feminista, que llevan la punta en muchos temas, el cambio es social en su conjunto e incluye a todas las mujeres, las que están en sus casas también. Es el propio rol que lleva la mujer. Es el cambio más importante en los últimos 20 años. Es un cambio para bien, es un cambio cultural y familiar también".

El locutor Alejandro Abero, manifestó que "hay una diferencia entre la resistencia que puede existir desde la masculinidad y otra es la resistencia de conceptos que pueden tener las mujeres. Es una cuestión de visión. Creo que las mujeres hicieron un escalón para arriba y se vieron todas únicas dentro de una particularidad".

El panelista Mariano Kohan, señaló que "la base de la política, de lo que los argentinos entendemos como política, que es la organización barrial, la inmensa mayoría de presidentes de comisión vecinal son mujeres. Tienen una vocación y energía sobrante porque es ad honorem, es ingrato, pero sin embargo tienen una capacidad de visión y laburo que es conmovedora".

El conductor del programa, Lalo Foncea, aseveró que "el hablar del 8 de marzo es una excusa, para referirnos a todas esas conquistas de las mujeres hoy, y de qué manera se sienten representadas las mujeres en todas esas luchas. Siempre decimos que la mujer, no sabemos cómo hace, pero se las arregla para hacer todo. Este espacio es para exponer su día a día".

La periodista Ana Tepsich destacó: "Sí somos distintos el hombre y la mujer. Yo quiero ser distinta, y soy distinta a otras mujeres. No significa por eso que tengamos que estar dentro de la casa, cuidando niños. Lo mío fue una elección, decidió quedarme en mi casa, 25 años, cuidando mis hijas y la pasé bárbaro; me parece importante que cada una pueda decidir lo que quiere hacer, algunas tenemos algunas facilidades más por una cuestión económica. No me arrepiento de lo que hice, y ahora que mis hijas son grandes, decidí a salir a trabajar. Siento a veces que ningunean, menosprecian a las personas que quieren quedarse a cuidar a los hijos".

La periodista Luz Alcain aseveró: "El de las militantes feministas en la provincia, es un ejemplo. Hay posturas radicalmente diferentes que conviven. Me parece sumamente importante destacar cómo se han organizado y han logrado las inmensas manifestaciones que se han dado, por ejemplo, en Paraná". Acotó asimismo que "las mujeres hemos sido formateadas para el cuidado, nacemos y nos regalan un bebé, hay que darle también un bebé a los niños para que todos nos criemos todos en el cuidado del otro. Es absolutamente cultural".
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