El hombre que lo transportaba, llamado Rubén Vicente, dialogó con la radio LU24 y se defendió: "Fui a pescar como siempre y después de un rato tuve un pique grande. Peleé un rato y después de 40 minutos el delfín apareció cerca de la orilla. No estaba bien y al final lo saqué. Pegó coletazos y traté de tirarlo al agua pero encaró para la orilla otra vez. Traté de dejarlo y tirarlo al agua dos veces, pero pasaron 10 minutos y seguía ahí, así que me lo llevé".
Y agregó: "A mí me hizo mal esto. Yo tendría que haber venido escondido y dejarlo tirado, pero ya está. Lo comí y los restos los tiré al mar. No tengo nada que esconder".
Por otra parte, expresó: "No me gustó cómo me trató la gente. Nadie salió a defenderme y todos hablaron sin conocimiento. Nadie sabe lo que pasó y no hay que hablar sin saber. La gente ha hablado gratuitamente y me han ensuciado sin saber lo que pasó. No fue adrede. Fue un accidente".
A pesar de este intento de defensa, la sociedad rechazó contundentemente el accionar del hombre y miembros del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) lo visitaron para charlar sobre lo sucedido, aunque no le notificaron que vaya a ser acusado por algún delito.