El cuerpo fue encontrado el sábado cerca de las 6.30 por un grupo de trabajadores que realizaba una limpieza en el Riachuelo, por lo que avisaron a la Prefectura Naval Argentina y a la Policía de la ciudad de Buenos Aires. En la Morgue Judicial porteña se determinó que la joven falleció ahogada. El padre de la víctima sostiene que su hija pudo haber sufrido "un problema con la válvula de drenaje" que la llevó a desorientarse "a la vera del Riachuelo por algún pasadizo" del cual no pudo salir porque había "llovido y estaba fangoso" y aclaró luego que la joven "no sabía nadar".
"Necesito que un especialista me diga si los golpes que sufrió sumado a la mala alimentación y al estrés la llevaron a esta situación", pidió su padre y aseguró que su hija "estaba bien hasta hace un tiempito" y que luego del incidente de diciembre las cosas habrían cambiado.
"Ella estaba muy confundida y se venía alimentando muy mal. Pesaba 47 kilos. No se encontraba en espacio y lugar", dijo el hombre en diálogo con C5N.
El caso
La Policía de la Ciudad de Buenos Aires revisó las cámaras de seguridad de la zona y determinó que la joven, al salir de su trabajo el martes último, subió a un colectivo de la línea 32, entre las 18 y las 18.30 en avenida Sáenz al 500. En la segunda comunicación, Carla fue atendida por la Central y su última comunicación fue: "Tengo agua en la cara" y "siento olor a combustible". La policía acudió en ese momento al domicilio de Carla, en el barrio porteño de Pompeya, y no la encontró. Su familia inició una búsqueda desesperada y se sospecha que su exmarido pueda estar involucrado en el caso.
"Llegamos esta mañana a trabajar como todos los días y nos encontramos con el cadáver de una mujer boca abajo flotando y dimos rápido el aviso a la Prefectura", declaró a C5N el trabajador que halló el cadáver.
El cuerpo de Carla fue hallado en el Riachuelo y sus familiares identificaron a la víctima por las fotos de un informe que mostraban un tatuaje y un piercing, además de su ropa.
