La vida del pequeño se apagó este domingo en su vivienda de Villa Carlos Paz, donde residía con sus padres Flavio Albarracín y Nora Perelló, quienes, desde la Asociación de Electrodependientes de Córdoba (Adec), lideraron la lucha que terminó con la sanción de la norma en diciembre de 2017.
El pequeño había nacido con onfalocele, una enfermedad ocasionada por una hernia diafragmática e hipertensión pulmonar, que lo obligaba a mantenerse con respiración asistida permanente.
El 24 de diciembre de 2017, "Torito", que por entonces tenía dos años, sufrió una descompensación en la casa de Villa Parque Síquiman, donde vivía, y la ambulancia que lo trasladó al Hospital Privado de Córdoba se quedó sin oxígeno en el camino.
El niño llegó casi sin signos vitales al nosocomio y fue reanimado, pero su estado se agravó y quedó en coma.
"Torito" permaneció mucho tiempo internado, hasta que recibió el alta y resistió las complicaciones de su enfermedad hasta que, finalmente, este domingo ya no pudo más. Su padre escribió un emotivo mensaje: "Máximo, nuestro Torito, se puso sus alitas y voló a los brazos de Dios. Ya juega junto a sus abuelitos. Fue al encuentro de sus amiguitos que han sido tan guerreros como él y con los que compartió su lucha. Gracias a todos los que, junto a nosotros, lo acompañaron en su camino y le hicieron sentir su inmenso amor a nuestro Ser de Luz. Máximo ya es eterno y un pedacito de él está con todos nosotros. Así es para siempre. QEPD, Torito, hijito de nuestra alma. Te amamos con toda la fuerza de nuestro corazón". (Cadena 3)