Sociedad Alertado a tiempo

Lo quisieron engañar con el cuento de Anses, pero no cayó en el ardid

Le dijeron que lo llamaban de Anses, pero la jubilada era su esposa. Le indicaron que tenían 80 mil pesos para ser acreditados a su cuenta. La voz extranjera del estafador y la poca información que tenían le hicieron desconfiar rápidamente.
Un jubilado de 72 años contó lo que vivió ayer por parte de delincuentes, que a través de un celular y con un chip descartable, que hace imposible su rastreo, llaman a distintas personas que figuran en la guía de teléfono, en cualquier parte del país, hasta conseguir que alguno caiga en el ardid.

Su intención es que ninguno caiga en esta trampa, porque "te entusiasman con una abultada cifra y después te piden que vayas al cajero y que pongas una clave; y ahí te sacan todo lo que tenés", relató el hombre que por ser una persona informada y en conocimiento de la existencia de este tipo de estafas, no se convirtió en una víctima.

El primer llamado lo recibió por la mañana en su teléfono de línea fija. Del otro lado, una persona con acento extranjero, le informó que lo estaba llamando de Anses. Este jubilado provincial tiene a su nombre la línea de teléfono, por lo cual no le fue difícil a los estafadores conseguir sus datos al momento de hablar. Pero la que verdaderamente era jubilada nacional y sobre la cual debía basarse la información era su esposa y sobre ella no tenían nada.

El estafador le indicó que había un pago de 80 mil pesos que debían acreditar en la cuenta de la mujer y que no se había realizado porque faltaba la "supervivencia". Su esposa está viva y cobra todos los meses la jubilación nacional, por lo cual no había impedimento para que desde la Administración Nacional se le acreditara directamente ese monto en su cuenta.

Igualmente, este jubilado siguió el juego para saber hasta dónde llegaría. Este hombre le dijo que iba ir hasta la oficina de Anses en Gualeguaychú para hacer el trámite por supervivencia, pero del otro lado del teléfono se le indicó que no era necesario y que eso se podía resolver a través del cajero automático. El hombre pasó su número de teléfono celular y acordaron llamarlo a las 14 cuando estuviera en la entidad bancaria.

Cuando llegó la hora, el hombre llamó al policía de guardia en el banco de Entre Ríos para que escuchara la conversación y simuló seguir sus órdenes. Al notar que la víctima no respondía a las órdenes que se le daba, el estafador se enojó y lo pasó con "el encargado del sector administración de depósitos". Esta otra persona también tenía acento extranjero y le dijo que le iba a pasar doce dígitos para que los ingresara en el cajero, así de esta forma iba a poder hacer la transferencia en la cuenta de su esposa. "Fue ahí cuando decidimos cortar la comunicación", señaló el jubilado.

Por consejo del policía, este hombre se dirigió a la Comisaría primera y puso en conocimiento a los uniformados sobre lo que le había ocurrido, con el fin de alertar a la población para que nadie cayera en esta trampa. (El Día)
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