Recibió sus 16 mil pesos de remuneración, más 2.500 pesos por presentismo, por las ocho horas diarias que trabaja, con horarios rotativos.
"Me parece un sueño lo que estoy viviendo"
Christian Trivieri, el jefe de planta, contó a Clarín: "Creció muchísimo. Ya armó un grupo de trabajo. Es muy consciente, muy puntual, no tiene faltas. Por ejemplo, esta semana me contó que había ido a jugar al fútbol, que le dolía la mano por una caída, pero así y todo vino porque quería trabajar".
"Tengo a cargo a 140 personas y no puedo fijarme en lo que está haciendo exactamente él. Pero noto su buen trabajo, porque esto es una línea de producción. Fue pasando por varios sectores. Y se lleva perfecto con todos. Cumple el ritmo como todos", relató el jefe de Carlos.
"No todos en la fábrica me vienen a hablar, algunos no se animan porque soy el jefe... Pero él viene y me da la mano, me cuenta cosas. Es muy afectuoso. Es un chico que quiere salir adelante", contó Trivieri.