Sociedad Gracias al esfuerzo de muchas personas

Alumnos de una escuela de Villa Paranacito tuvieron su viaje soñado

Gracias al esfuerzo de docentes, funcionarios y privados, 24 alumnos de una humilde escuela insular pudieron tener una jornada de ensueño en Gualeguaychú. "Todo esto nos demostró que ningún proyecto es imposible, aunque así lo parezca".
contó emocionada la directora del establecimiento.

La Escuela Nº 4 Vicente López y Planez está ubicada sobre el arroyo Brazo Largo, en Villa Paranacito. Es un humilde establecimiento educativo que de lunes a viernes educa a un total de 26 alumnos, de entre 3 y 14 años. Está emplazada en medio de una isla, y al igual que cualquier escuela rural, llegar a allí no es sencillo y las riquezas no son rasgos característicos. Por el contrario: el ambiente humilde hace fluir más las fantasías y las ganas sobre las realidades y los triunfos.

Pero la semana pasada, casi todos los alumnos de la Escuela Nº 4 pudieron, durante todo un día, hacer sus sueños realidad: gracias al esfuerzo y el trabajo mancomunado de docentes, funcionarios públicos y operadores turísticos privados, 24 de los 26 alumnos (los únicos dos que no viajaron fueron los chiquitos de 3 años que van al jardín) pudieron disfrutar de un paseo de fin de año en Gualeguaychú, donde no sólo conocieron la ciudad sino que disfrutaron de dos de los atractivos locales más fascinantes: el paseo en lancha por las aguas del Río Gualeguaychú y toda una jornada completa en las Termas de Gualeguaychú.

"Nosotros habíamos juntado un dinero para poder hacer un paseo, pero la verdad es que no nos alcanzaba ni para llegar al empalme de Villa Paranacito", contó Vanesa Gaona, directora del establecimiento educativo, quien enseguida agregó, sin poder disimular la emoción en su voz: "Fue un día soñado, de verdad. Las maestras somos las encargadas de hacer malabares con lo poco que tenemos para que los chicos puedan disfrutar de una experiencia distinta, pero esta vez tuvimos la ayuda de un montón de personas que, sin conocernos, estuvieron dispuestos a dar todo para que los alumnos tengan realmente una jornada para recordar toda la vida".

Las principales gestiones para que este paseo se realice fueron realizadas por el Secretario de Turismo de Villa Paranacito, Ignacio Bacigalupo; la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Gualeguaychú (AHGG), a cargo de Marcelo Giachello y Víctor Stehele; y los operadores privados Tomás, Raúl y Daniel Almeida y Nene Bredle, dueños de una de las excursiones en lancha por el río y el complejo termal camino a Pueblo Belgrano.

"Estamos muy contentos por la gestión realizada, lo que remarca el compromiso de los asociados para llevar adelante este tipo de proyectos", sostuvo por su parte Giachello, presidente de la AHGG, quién además explicó que este tipo de iniciativa sirve también para trabajar en el fortalecimiento y vinculación institucional dentro de su zona de influencia.

Entre todos coordinaron que la escuela sólo abone el combustible para el viaje de Villa Paranacito a Gualeguaychú, el resto corrió por cuenta de los que gestionaron la excursión. "Todos ellos nos dieron la oportunidad de que podamos ir de manera gratuita a conocer todo lo lindo que tiene Gualeguaychú. Quizás a muchos les podrá parecer poco, o que estamos cerca, pero lo cierto es que la gran mayoría de los chicos no salió mucho de la zona de islas. Y todo esto fue gracias a la gran unión de personas que hicieron que nosotros, el viernes pasado, podamos pasar un día espléndido en Gualeguaychú", afirmó la directora.

Salieron el viernes a las 7 de la mañana de Villa Paranacito. Por los parlantes del micro sonaba "El bombón asesino" de Los Palmeras. Ninguno de los 24 durmió ni en el viaje de ida ni en el de vuelta: la emoción no permitió tener tiempo ni para el cansancio. Al llegar a la ciudad disfrutaron un rato de la playa del balneario municipal y luego dieron el paseo en lancha por el río.

"Cualquiera podría decir '¿Qué tiene de atractivo que chicos que viven en islas den un paseo en lancha?', pero lo cierto es que es algo totalmente diferente. Lo disfrutaron mucho, pidieron tres deseos al pasar por debajo del puente Méndez Casariego y el guía les enseñó un montón sobre la historia del lugar", amplió la docente.

Y luego vino el broche de oro: al mediodía llegaron a Termas de Gualeguaychú y ni siquiera el clima los abandonó, porque el día fue espléndido para pasarlo en ese lugar. Y como casi no había gente, ni siquiera tuvieron que hacer fila para disfrutar de las atracciones acuáticas.

"Queremos agradecerle a todos los que hicieron posible que 24 chicos humildes tuvieran este paseo maravilloso. La sensación que nos quedó es que si luchamos y trabajamos todos juntos, ningún sueño es imposible de cumplir", concluyó Gaona a El Día.
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