El hecho ocurrió en la noche del 31 de mayo de 2016, cuando Santa Cruz salió del boliche Cristóbal a las 6 de la madrugada y, volviendo a su casa, atropelló a Cabrera.
Sin intención
Durante el juicio, la condenada jamás miró de frente al jurado ni a los familiares de la víctima, además de que escondió su cara con su cabello y se sentó casi de espaldas al estrado. En su única intervención que realizó, dijo: "Nunca tuve intención, fue un accidente, no otra cosa. Es una desgracia que le puede pasar a cualquiera, me pasó a mi. En el juicio pude exponer mi verdad", dijo la acusada en sus últimas palabras antes del fallo."Quisimos acercamos con el resarcimiento económico, no se pudo y llegamos a esta instancia", añadió y agradeció que en el proceso se haya respetado la Constitución.Santa Cruz no se detuvo a asistir a Cabrera y se fue a su domicilio. Seis horas más tarde, la fueron a buscar y le hicieron un test de alcoholemia, que le dio 0,8 gramos de alcohol en sangre. Las pericias durante el juicio indicaron que al momento del accidente tenía 1,48 grados.